CUALQUIER TÍTULO
¿Cómo hacemos con la clave sol fuera del pentagrama de oro blanco
que se ha escondido en una oxidada caja fuerte?
¿Cómo hacemos para que cerremos los ojos antes
De sentir la daga final? Con dulzura,
Si es posible, ¿ante lo inevitable?
¿Por qué aprendimos tan tarde hacer las preguntas importantes?
¿Sin vergüenza de un Dios naciente?
¿Qué parte de nuestro cuerpo nunca se entregó a nadie?
¿Por qué no aprendimos a besar con las palmas de las manos
Antes que les salgan callos?
¿Por qué la sonrisa ahora se ha convertido en un arma?
Yo recuerdo al Monte Taigeto, a la guillotina, a las Manta Rayas excitadas por clavar hacia arriba de preferencia
Recuerdo a un payaso triste al que se le cayó la nariz de sangre en plena función (todavía la guardo)
Recuerdo mi primer robo, el caballo del presidente
Y mi padre flagelándome
Como si no fuera a repetir la aventura hasta el día de hoy, pero sin caballos ya
¿Por qué mis padres nunca me enseñaron que las pistolas no todas son de agua?
Y mayor aún, nunca se ponen en la sien, ni de juego, ¿Por qué?
Porque los bosques se tupen en cualquier estación
Los bosques se tupen vivos o muertos
Y no entran en una casa de muñecas
Y existen cinco exagramas del I ching que siguen perdidos
Que dificultan el todo de esa nada tan bien maquillada y tan atractiva
Como para usar una biblia para cualquier cosa menos
Para leerla y mucho menos
Para jugar
Con la palma encima de ella
Como quien cubre un animal a otro
Y viene a mi película o memoria
(a estas alturas las palabras no soportan el dibujo palmer ni el ábaco de marfil, los recuerdos, los anuncios de ese dolor de pecho,
Presagio de la llegada a la meta
Donde todo es aplauso mudo como las películas de Chaplin,
Los más tristes)
Y sueño
Con diccionarios alterados
Con mujeres con demonios en la boca
Para seducir por la palabra y ya no por la piel
Y supongo que este devaneo
Es la cuenta de un devaneo
Como un vals ebrio y sin muchacha
En trance
Mientras tanto
La caída lenta
Va calentando
Hasta aquellos átomos blindados a bajísima temperatura
Y las letras se siguen dibujando solas
Las palabras rompen muros y entran
Y los pensamientos ya renunciaron a todo
Menos a mirar
No sé de qué manera
Porque estando decidido
En el fondo ruego
Que esa pistola que me mira desde la mesa de noche
Sea de a… gua,
Y sería preferible, al menos
Por hoy
Mojarme la sien.