Día Mundial de la Narración Oral
El Día Mundial de la Narración Oral se festeja todos los días 20 de marzo. Se trata de que la mayor cantidad posible de narradores, cuenten historias en todo el mundo, en todos los idiomas, durante todo el día y la noche.
En 1991, la red de narradores suecos decidió festejar el equinoccio contando cuentos por todo el país. Poco a poco, el evento fue contagiando a otros países (primero próximos y cada vez más lejanos) hasta que, hoy en día, prácticamente narradores de todos los países del mundo lo celebran.
Recordando celebraciones
25 países de 5 continentes realizaron eventos para conmemorar el Día Mundial de la Narración Oral, en el año 2005.
En 2007 fue la primera vez que un concierto de la narración oral se celebró en Terranova, Canadá.
Holanda y los países bajos participaron en el Día Mundial de la Narración Oral, en 2008, con un gran evento llamado Vertellers de Aanval. El 20 de marzo, tres mil niños fueron sorprendidos por la repentina aparición de cuentacuentos en sus aulas.
En España, alrededor del 20 de marzo, se realizan múltiples eventos que celebran la palabra dicha, como Cuenta con Agüimes (Canarias) y Un Madrid de cuento, EncuentraCuentos (Tenerife).
Por ejemplo en 2018, el lema de la celebración fue: Sabía Locura y contó con un programa de actividades pleno de espectáculos y sesiones de cuentos en librerías y cafés dirigidos a público adulto e infantil, talleres y cine documental.
Esta celebración se ha enfocado cada año en un tema distinto: pájaros, puentes, la luna, el nómada, sueños, vecinos, luz y sombra, agua, entre otros.
Cuba celebra
El Foro de Narración Oral del Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso y el Proyecto NarrArte convocaron a la décima edición del Festival Primavera de Cuentos en La Habana, Cuba, del 17 al 23 de marzo de 2019, para festejar el Día Internacional de la Narración Oral.
Primavera de Cuentos es un festival sin fines de lucro, que promueve como línea artística principal la participación de narradores que privilegian en sus presentaciones, los recursos expresivos propios de este oficio milenario: la palabra, la voz y los gestos, en una fuerte apelación al imaginario y en intensa relación con el público, esencia del arte de la palabra viva.
Como parte de las actividades del Aula de Teoría y Pensamiento del Foro, habrá un encuentro teórico, con intervenciones de 20 minutos, sobre algún tema o práctica de interés relacionado con la narración oral.
En la semana anterior al Festival se impartirá el Taller Aprendiendo a contar cuentos, para quienes quieran iniciarse en el conocimiento de la teoría y la técnica del arte de la palabra viva.
Narración oral, el mejor espectáculo
La pregunta que surge es, porqué preferir a un narrador oral antes que ir al cine o al teatro. Los espectadores suelen sorprenderse por la facilidad con que un buen narrador se expresa, porque la comunicación que se establece con él, es muy directa.
El narrador oral se expone cuando actúa: es él, sin otra máscara que su cuento. Es vulnerable. Es el cuentero al que acude al público para luego llevárselo con él. Eso genera una fuerte conexión, una especie de “querer ir hacia el narrador”.
La oralidad tiene una ventaja sobre la lectura, y es la capacidad de contextualizar, de incorporar a quienes escuchan en el discurso. Incluso quienes no han escuchado nunca cuentos en seguida se sienten cómodos haciéndolo.
La palabra “cuentacuentos” está más relacionada con los cuentos infantiles. Los niños se introducen en las historias directamente, de una manera más intuitiva.
Quiénes son buenos narradores
Aquellas personas que:
- Sientan una curiosidad sin límites hacia todo lo que tenga que ver con el ser humano y sus emociones.
- Tengan una exquisita memoria para retener lo importante, lo que reforzará sus argumentos e historias.
- Usen técnicas de captación de atención. Es necesario enganchar rápidamente al espectador. Una vez conseguido eso, el público no puede despegarse de la historia. Ahí comienza la magia».
- Un respeto infinito por el lenguaje, la voluntad de usar cada palabra con propiedad para que lo transmitido se ajuste lo máximo posible a lo pensado.
- Habilidad para leer la atención del público: para saber si está entendiendo y qué necesita recibir en cada momento.
- La capacidad de escuchar al otro.
- Técnicas generales de exposición oral como estructuración del contenido, gestión de los puntos álgidos del discurso, claridad, entre otros.
- Una actitud positiva.