El Rock mexicano punta de lanza del movimiento social (Primera Parte)
En México, el rock no ha quedado al margen de los movimientos sociales, es expresión inequívoca de conciencia y estilo de vida. Esto implica que desde que apareció este género musical en nuestro país, se generaron varias bandas que buscaban de alguna manera romper y transgredir las tradiciones morales y de conducta. A tal punto resultó todo esto que fue a finales de los sesentas que se intentó hacer un gran concierto al estilo similar al de Woodstock, este se le había llamado Rock y ruedas de Avándaro, en la cuidad de Avándaro; sin embargo este fue reprimido por fuerzas policiacas, ya que argumentaban que transgredían el orden público, se drogaban, tomaban y robaban, pero en realidad en el contexto de los movimientos del 68 un sector de jóvenes eran considerados como subversivos, atacados y aprendidos, aun cuando muchos de ellos no habían cometido delito alguno.
Así es que con esa excusa, el gobierno ya no toleraría ese tipo de manifestaciones públicas evitándolas por medio de la coerción. A pesar de todo ello, se dieron infinidad de intentos. Muchos fueron los del rock de ganar espacios donde pudieran manifestarse a pesar de las amenazas de la policía e inclusive del ejercito, estaban dispuestos a que cada persona que fuera a un concierto, tuviera a un lado a un hombre armado.
Así es que el rock da gracias que desde Tlatelolco, algunas corrientes de éste se involucraron en cuestiones políticas, apoyaron movilizaciones sociales e inclusive usaron la música como una plataforma para señalar problemáticas sociales. Algunos ejemplos son el grupo Los Nakos y la su balada al granadero o la rola Abuso de autoridad del Tri, considerada por algunos críticos del ramo, como la primera canción de protesta de rock mexicano. Sin embargo, hay que señalar que su empuje se venía dando a pesar de que estas canciones y agrupaciones de denuncia no habían contado con difusión en medios de comunicación masiva con cobertura nacional. Ya para la década de los noventa algunas bandas aprovecharon una nueva posición privilegiada en tanto los medios masivos para hacer visibles ciertas problemáticas sociales del país y manifestar su apoyo a algunos movimientos sociales. Por ejemplo, en su momento un personaje polémico, pero que en un principio representara el ala radical de la protesta social en el sureste mexicano, el subcomandante Marcos, en un comunicado a una estación de radio en Argentina, se expresó respecto a este tema señalando que es necesario como expresión de libertad, tolerancia, diversidad y justicia que, a fin de cuentas es algo que todos los grupos de dicho género tienen en común y que tienden a reclamar en sus interpretaciones musicales.
Y así podemos encontrar un sinnúmero de evidencias en el sentido de que el rock, ha sido desde sus orígenes y hasta la actualidad un medio de protesta, de contracultura. Y si comenzamos a rascar veremos que esta es una constante a nivel mundial, en donde el rock ha servido como una ventana abierta a la libre y directa manifestación de una cultura que, en última instancia abrazaron los jóvenes o los que tienen un espíritu joven, pero cargado de conciencia social en donde encontramos todo el tiempo ideales de protesta, justicia, igualdad y pacificación en un mundo globalizado en el que, con tristeza se observa la pérdida de la individualidad, se deja de pertenecer y se comienza a encajar. Todo ello, por razones contraculturales. Si dejamos un poco de lado aquella visión clásica de sexo, drogas y rock and roll, rompemos el estereotipo, avanzando de manera significativa en la influencia social hacedora de cultura.