ESCASA INCLUSIÓN EN EDOMÉX DE PERSONAS QUE TIENEN ALGUNA DISCAPACIDAD
De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en 2020, en México se cuenta con 20 millones 838 mil 108 personas con alguna discapacidad o limitación de movimiento, lo cual representa 16.5 porciento de la población total en el país, de ellos en el Estado de México se tiene a 559 mil 098 personas con limitaciones para caminar cuya inclusión en las urbes es escasa, lo que deriva en una discriminación y exlcusión social.
Según el investigador y académico de la Facultad de Planeación Urbana Alejandro Alvarado, las ciudades cuentan con una planeación urbana que permite la implementación de accesos inclusivos para poblaciones con alguna discapacidad, las cuales pueden ir desde lo visual, auditivo, hasta con limitaciones motoras, no obstante el municipio toluqueño se ha mostrado insuficiente en la consideración de dicho grupo social, ya que la mayor parte de las aceras, calles y cruces peatonales no cuentan con los elementos suficientes para facilitar el desplazamiento de las personas con discapacidad.
Aceras con grietas, semáforos con voz, falta de barandales, aceras anchas, información en braille sobre señalamientos y transporte público sin elementos para el ascenso y descenso de citadinos, son algunos de los elementos principales con los que debe de contar cada uno de los espacios de la ciudad, no obstante, determina que solamente pueden hallarse en el centro de la capital y no a sus alrededores, lo que limita el desplazamiento y movimiento de las personas.
Ante dicha problemática, comentó que los usuarios con capacidades especiales al no tener elementos que les ayuden a hacer uso de los espacios, tienden a sentirse excluidos y no tomados en cuenta, lo que afecta no solamente su estado anímico, sino también su sentido de pertenencia e identidad.
En entrevista con Nemesio Pulido de 27 años, quien es usuario de la ciudad de Toluca y es una persona invidente, señaló que los baches, las banquetas con grietas, los semáforos sin voz y el transporte público sin elementos para que facilite su uso y traslado, acomplejan su movimiento cotidiano, sin embargo, señala que al formar parte de una minoría no se toma en cuenta como una necesidad.
“Yo creo que al ser pocos, no somos tomados en cuenta de la misma manera, pero ya nos acostumbramos a lo que tenemos”, dijo.
De la misma manera, recalcó que existen escasas oportunidades laborales, pues la mayoría de las empresas u oficios, no aceptan a personas con alguna limitación, ya sea motriz o sensorial.
“Yo canto desde hace más de 10 años en distintos lugares, me vengo al centro de Toluca pero también voy a fiestas o cualquier evento al que me invitan, lo considero mi trabajo porque me da un ingreso, me ayuda a mantenerme un poco. Lamentablemente otros lugares o trabajos no me aceptan, tal vez porque aún no saben cómo tratar con una persona así pero yo disfruto lo que hago”, puntualizó.
Enfatizando en lo dicho por el investigador respecto al transporte y la escasa infraestructura que tienen para personas con capacidades especiales, indicó “me subo todos los días al camión, viajo desde mi casa que está en Santiago Tianguistenco hasta acá y no siempre son amables los chóferes pero a veces hay gente que te ayuda o también te vas acostumbrando a todo”, relató su traslado cotidiano cargando una bocina de más de cuatro kilos y un micrófono para hacer escuchar su voz.
Agregó “ojalá nos tomaran más en cuenta, porque también somos humanos y tenemos el mismo derecho, no puedo ver pero sí tengo la capacidad de pensar, de hacer, de decir como todos los demás. Necesitamos más calles para nosotros, más escuelas con programas de estudio para nosotros y más empleos que nos permitan ser parte de la sociedad”, finalizó.
Por lo anterior, Alvarado enfatizó en que dicha población sea considerada como cualquier habitante, pues a pesar de sus limitaciones, son usuarios urbanos que contribuyen a su funcionamiento.