HACERLO BIEN Y CON GUSTO LA CLAVE DE BUENOS ZAPATOS EN SAN MATEO ATENCO
Con el uso de pinzas, martillos, clavos, cuero, agujetas, hilos, máquinas de coser, grasa para lustrar, pintura, pegamento y un arte suavizado por los dedos de Lucy López, crea zapatos que le han permitido tener bienestar en su vida y la de su familia.
Originaria de San Mateo Atenco, su familia y ella trabajan para ser el sustento de muchos, pues sus manos no han cesado desde la apertura de su negocio y a pesar de una pandemia que fue devastadora para los zapateros.
“Pues uno trabaja con amor, con mucho amor y porque me apasiona. Si no hacemos las cosas con estos dos elementos, de nada sirve porque nos va a salir mal. Yo se lo he dicho a mis hijos, que también son zapateros: si van a trabajar, deben de ser los mejores, así sea su elección para ser barrenderos, deben de hacerlo bien y con gusto”, comenta atenta al golpeteo de sus manos con las tijeras y un tacón apunto de ser envuelto en cuero.
Su negocio, el cual registra más de una década, forma parte de los locales de la Plaza Azul en el municipio, su dedicación y esfuerzo hacia la innovación del calzado y la elaboración de éste, se intensificó tras haber sido infectada por Covid-19 hace poco más de un año, mencionando. Sin embargo, declara“por fortuna estoy aquí para contarlo y mientras tenga yo salud y manos para hacer las cosas, las voy a seguir haciendo”.
Ante dicho suceso, Lucy comparte que la pandemia evidenció la importancia de la elaboración de zapatos, pues la gran mayoría de los negocios tuvieron que cerrar o no pudieron continuar por los despidos que tuvieron que realizarse. Cuestión que representó atrasos en las entregas y de la misma manera los precios se elevaron, dado la falta de mano de obra.
“La gente no sabe que un zapato representa el trabajo de cinco personas mínimo, yo, quien coloco el cuero, el maquinista, el que pone la suela, el que lo diseña con el color y quien lo pega. Tu zapato por muy básico está formado por cinco manos que muchas veces se desconocen y por lo mismo, no se valoran.
Depende mucho la elaboración y el tipo de calzado, pero por lo menos nos llevamos dos días para crear un par, considerando que no contamos con máquinas que lo hagan”, dijo.
Aunque argumentó que las ventas han mejorado considerablemente, no han alcanzado las ventas que se obtenían en 2019. Por lo que la situación aún se presenta difícil.
Uno, dos, tres, cuatro y cinco tacones cubría con cuero, con precisión recorta las partes circundantes que sobran, las recorta ayudándose de unas tijeras y repetía los pasos con cada uno de ellos.
“Creo que ser zapatero es un arte y somos muy importantes para todos. Por nosotros muchos pueden caminar sin problema y para San Mateo creo que somos la principal fuente y por lo que el municipio ha sido reconocido”, declaró, haciendo referencia a que las autoridades no siempre valoran el trabajo de los zapateros y no reciben en todo momento el apoyo que necesitan.
Para todos aquellos que desean conocer el trabajo de Lucy y su familia, el local en el que se encuentran lleva por nombre Calz-Zan, abre todos los días, especialmente recomiendan visitar durante el fin de semana, cuando también existen diversas actividades en el municipio.