HIPNOS
Es estupendo, porque estando con él,
uno por fin está solo, y,
todo lo demás queda en el olvido
por tiempo indefinido.
No le gustan las prisas, el correrio,
menos las presiones, porque
el fluir y abandonarse
es parte de su esencia.
Tiene la habilidad de distraernos del mundo,
nos aisla, nos ensimisma,
nos sumerge en lo más profundo,
de nosotros mismos.
Es un derecho del que todos gozamos,
pero también es un deber,
un deber que con el tiempo,
siempre nos beneficia a nosotros mismos.
Nos ayuda a cumplir objetivos personales,
y también laborales;
sin embargo estos objetivos
nunca ocurren al mismo tiempo que él.
Algunos lo relacionan con una cadena de oro,
porque tiene propiedades,
y una de las más importantes es,
enlazar nuestra salud con nuestro cuerpo.
Tiene propiedades curativas como la risa,
siendo la risa y él, grandes medicinas,
que curan todo, y sin duda
siempre son infalibles.
Sabe fingir de puente,
pudiendo llegar a ser,
la mejor pasarela,
entre el pesimismo y la esperanza.
Es como un santuario,
nos ayuda a escuchar nuestra voz interior,
conectar con nuestros deseos profundos, y,
alinearnos con nuestro yo verdadero.
Es como un espejo para el alma,
refleja las profundidades de
nuestros pensamientos y,
sobre todo de nuestras emociones.
Se le conoce como,
el sicario del estrés,
porque gracias a que lo elimina,
nos sentimos más alertas y optimistas.
Los dioses grecoromanos son muchos,
Zeus, el Rey de los dioses, Dios del cielo,
Hera, la Reina del Olimpo, la Diosa de la familia,
Poseidón, el Dios del mar,
Afrodita, la Diosa del amor,
Ares, el Dios de la guerra,
Atenea, la Diosa de la sabiduría,
Apolo, el Dios del sol,
Artemisa, la Diosa de la caza,
y mi Dios favorito, Hypnos,
El Dios del sueño.