+La crisis por el agua está por alcanzarnos; Busca Morena consolidarse como partido
La frase:
El agua se ha convertido en un recurso muy preciado. Hay lugares en los que un barril de agua cuesta más que un barril de petróleo.
LLOYD AXWORTHY
La crisis del agua está por alcanzarnos
A todos los problemas que ya enfrentan el país y el estado de México en distintos ámbitos, habrá que sumarle la crisis del agua que estamos próximos a enfrentar. La Comisión Nacional del Agua reportó este jueves que las presas más importantes del país se encuentran en una precaria condición, sí suficientes para este invierno, pero no así para hacer frente a la demanda que supone la temporada de calor, que, dicho sea de paso, se advierte que podría ser una de las más agudas de los últimos años.
Es Sistema Hidráulico Cutzamala, uno de los más importantes para los habitantes de la zona centro del país, reporta un promedio de llenado del 65 por ciento, e igual situación se vive en la zona norte del país con embalses como la presa El Cuchillo que surte de agua a la zona metropolitana de Monterrey.
Pero la situación que nos compete de manera directa es la que pasa en el Sistema Cutzamala, porque de ahí se surten más o menos 3.5 millones de habitantes de la zona metropolitana de la Ciudad de México y del Estado de México.
La pasada temporada de lluvias, aunque se vivieron inundaciones en localidades como Chalco, donde el nivel del agua no bajó en más de un mes, con las consecuencias que eso representa, no fue suficiente para llenar las presas de la región poniente de la entidad, justo desde donde se bombea el agua para la región de mayor concentración poblacional del país.
Por eso se advierte que el suministro tendrá que restringirse; es decir, a más tardar a finales de febrero la Comisión Nacional del Agua comenzará con recortes programados, para asegurarse que haya un poquito de agua para todos. Lo que se ve sumamente difícil.
El problema de abasto no es sólo una situación derivada de la falta de lluvias, porque hay otros factores que complican cada vez más la disponibilidad de líquido para los seres humanos, actividades agrícolas y las necesidades del poco ganado que sobrevive en la región.

Uno de los motivos principales que están causando esa escasez del líquido son las fugas en las redes de distribución del agua. Los gobiernos estatal y municipales han sido sumamente ineficientes en la tarea de mantener y componer las redes. Se calcula que entre el 35 y el 40 por ciento del agua disponible se desperdicia por las fugas en las redes, lo que nos dejaría con más o menos 65 por ciento del total para satisfacer la demanda de líquido.
Han sido décadas que los ayuntamientos han dejado para luego su obligación de corregir cientos de fugas en las redes de distribución, las que se generan en gran parte por la pésima condición que guardan las calles y avenidas de las ciudades, donde el constante paso de automóviles y camiones motiva fracturas en los tubos que tienen la obligación de conducir el agua.
Y los ayuntamientos han dejado de preservar y modernizar las redes de distribución porque los recursos que anteriormente se invertían en esas tareas se han destinado a otros asuntos que ellos consideran más importantes. Por eso, cuando se registra una fractura los trabajos pueden prolongarse por semanas, meses, pues no hay personal suficiente para hacerlo, se carece de materiales suficientes para concretarlo, y, también impera la desidia entre las autoridades para hacer lo que es su responsabilidad.
De ahí que las fugas en las redes de suministro hidráulico se multipliquen e incluso se agraven. Pueden pasar semanas antes de que una cuadrilla de trabajadores municipales llegue a una colonia o barrio a componer una fuga de agua, como si el líquido que se desperdicia no le importara a nadie.
Hay quienes consideran que el servicio de reparación de fugas de agua debiera ser similar al servicio que ofrecen los cuerpos de Bomberos, pues la destrucción que provoca el fuego es similar o más importante que lo que ocurre con una fuga. Cada minuto en que el agua se desperdicia cuenta, y cuenta mucho.
Pero eso es una utopía, porque a la mayoría de gobiernos municipales les vale un reverendo cacahuate que millones de litros de agua se desperdicien en una fuga, en cualquier colonia de las ciudades. En Toluca, según datos disponibles en el organismo Agua y Saneamiento de Toluca, se atiende, en promedio, tres fugas de agua al día, y aunque no existe una cifra sustentada del total de litros de agua que se desperdician en ese tipo de fallas, lo cierto es que son miles, y que si fuéramos conscientes, algo haríamos por preservar ese líquido, pues es el que después nos anda haciendo falta.
Que tan grave será la sequía en este naciente año del 2025, nadie lo puede predecir con seguridad, pero existen los factores meteorológicos para que este sea un problema muy grave que aquejará este año a los mexicanos, y en particular a los habitantes del Estado de México.
Las medidas de prevención se repiten cada año, pero de igual manera pocos o nadie les hace caso. Lo ideal es conservar en lo posible el agua disponible, reutilizar el líquido en sistemas convencionales hogareños, como puede ser el colocar una cubeta mientras nos bañamos para, al final, utilizar ese líquido para limpiar baños u realizar otras tareas relacionadas con la limpieza.
Se advierte que nadie debe bañarse en sesiones de más de 5 minutos, incluso hay quien recomienda que solamente el baño dure lo que dura una sola pieza musical regular, o sea, entre 3 y 5 minutos.
Todos tenemos la responsabilidad de preservar el agua porque el riesgo de desperdiciarla es que se llegue a un punto de no retorno, a ese famoso Día D, cuando eventualmente no haya agua para responder ni a las necesidades básicas de la población.
Todos tenemos algo que hacer para preservar el agua y evitar un verdadero colapso de los sistemas, lo único que hace falta es responsabilidad y compromiso social, antes de que el futuro nos alcance y no haya forma de corregir todo el daño que le hemos hecho al ambiente.
Se organiza Morena para consolidarse como partido

El Movimiento de Regeneración Nacional del Estado de México entró a una etapa de definiciones. Una vez que se concretó la elección interna en la que se eligió a su nueva dirigente estatal, ahora comenzará un proceso de reorganización sumamente importante.
El paso uno es integrar un padrón ideal de militantes con el que se pretende que cada mujer y hombre que se asuma como Morenista sea capaz de registrarse con nombre y apellido en una lista que en el Estado de México podría superar el millón y medio de personas.
Si se sale bien librados de esa campaña de afiliación, el siguiente reto será la organización de un partido político, porque, aunque a algunos no les guste, Morena en realidad no es un partido político, es un Movimiento que integra a personas que tienen algunas cualidades ideológicas que les dan argumentos comunes para luchar por sus ideales.
Pero para que sea un partido político se requiere, primero, cumplir con aquellos requisitos que establece la autoridad electoral, y luego dar forma a ordenamientos que también se establecen en las bases a las que están obligados los institutos políticos. Un programa político, declaración de principios, y hasta manual interno de organización, todo eso y mucho le hace falta al Movimiento de Regeneración para trascender.
Observaremos de cerca si es que Morena pasa esa prueba del ácido o no se destruye y desaparece antes de que la ambición por el poder triunfe sobre las metas que ellos mismos se han marcado como prioridad.