+ La del poder judicial, ¿una elección sin futuro?; Quién evitará la intervención de dinero negro en la elección de jueces, magistrados y ministros; La criminalización del pueblo mágico de Metepec

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La frase:

Daría todo lo que se coma por la mitad de lo que ignoro.

RENÉ DESCARTES

¿Qué tanto interés hay en los ciudadanos de participar en ese ejercicio democrático?

El máximo reto electoral del próximo mes de junio será la elección de integrantes del Poder Judicial de la Federación y miembros del “renovado” Poder Judicial del Estado de México. Nunca hemos vivido un proceso igual, por lo que toda especulación sobre cómo se haga y qué resultados aporte no puede ser más que eso, una especulación.

Es un hecho que esa elección tendrá particularidades que la hacen interesante. Por ejemplo, ni siquiera la autoridad electoral a la que le encargaron la organización del proceso tiene experiencia en ese tipo de elección.

Supuestamente no participarán los partidos políticos en la promoción de candidatos. Entonces, ¿quién financiará su promoción? ¿De dónde saldrán los recursos para que la gente se entere siquiera quiénes están participando y qué cargo buscan?

Es iluso pensar que la promoción de personas que aspiran a cargos de Jueces, Magistrados y Ministros se hará con recursos propios, entonces, la posibilidad de que intervengan capitales de dudosa procedencia estará presente en todo momento.

El Instituto Nacional Electoral y sus representaciones en los estados han hecho esfuerzos importantes para evitar esa penetración de dinero negro en las campañas políticas, para vigilar el proceder de los partidos políticos, y aunque no han logrado evitar que esos actores rebasen, y por mucho, los llamados topes de gastos de campaña, parece que sí se logró que no intervenga el dinero de otro tipo de personas y organizaciones dedicadas a actividades ilícitas.

La elección judicial.

Pero en este casoquién y cómo se lograría que en realidad el financiamiento de esas campañas sea limpio, que no haya padrinos detrás de esos aspirantes a Jueces, Ministros y Magistrados. Por más reportes de fiscalización que se intenten, la verdad es que se trata de individuos, no de partidos políticos, y el control todavía se complica más.

Otro aspecto difícil de prever en el ejercicio será sin lugar a duda el que las personas, los ciudadanos, los vecinos de cada localidad, estén enterados perfectamente de lo que se va a hacer, pues la experiencia nos dice que por más que la autoridad electoral ha gastado carretadas de dinero público para alentar la participación ciudadana, la respuesta del potencial electorado es limitada, por no decir casi nula.

El pasado 2 de junio el país vivió un gran proceso electoral. Desde temprana hora fuimos testigos de centros de votación con largas filas de personas decididas a manifestar su voto, y aun así, al final de la jornada reportó que menos de la mitad de ciudadanos en este país, en posibilidades de votar, habían ejercido su derecho, lo que nos da una referencia directa y exacta de lo que puede suceder en la elección del próximo mes de junio.

No queda claro cómo se va a llamar al voto, y, peor todavía, nadie sabría ahora mismo la respuesta real del potencial electorado.

Estamos siendo testigos en estos momentos de un estira y afloja entre el Instituto Nacional Electoral y la Secretaría de Hacienda, como representante del gobierno federal, por el dinero que se requiere invertir para esta votación, y aunque se ha cedido de parte de la autoridad para tratar de garantizar que se cuente con los recursos económicos suficientes, la verdad es que nadie está seguro si esa cifra es mucho o es poco, y, sobre todo, si será suficiente para que el ejercicio se lleve a cabo de la mejor manera.

Los malpensados diremos que a final de cuentas se trata de un desperdicio de recursos, pues si en una elección constitucional de carácter presidencial no se logró utilizar ni la mitad de los recursos materiales que se adquirieron para su realización, se prevé que el desperdicio de recursos asignados a esta materia sea todavía peor.

Hay quien piensa que es mejor que, a los que les interese sólo, se les tome su opinión y se invierta solo una pequeña parte de los recursos que hasta ahora se prevé canalizar a esta elección, para que se evite un dispendio que, a final de la jornada, sea mayor al impacto positivo que se tenga con los resultados.

No obstante, finalmente estamos hablando de un ejercicio que se pretende que sea democrático, abierto a la participación ciudadana, y en el cual se debe cuidar de cerca que se satisfaga la demanda ciudadana de pluralidad y honestidad en el que se basa la elección, con cualquier método, de los nuevos miembros de los órganos jurisdiccionales, así es que se tendrá que hacer todo lo humanamente posible para que sea algo exitoso.

La participación del INE.

Ojalá sean muchos los interesados en participar en esta novedosa elección de miembros del Poder Judicial Federal, y de paso el estatal; esperemos que se les amarren las manos a quienes de algún modo pretenden beneficiarse de la elección, y, sobre todo, que se haga valer el principio de probidad que se le ha puesto a los candidatos como etiqueta desde la propia convocatoria. Si necesitamos jueces que tengan la preparación profesional suficiente para hacer valer la ley con apego a la legalidad, pero, sobre todo, la gente demanda que el resultado de esa votación sea que mujeres y hombres responsables tendrán ahora la responsabilidad de impartir justicia, sin que eso represente inversiones millonarias echadas a la basura.

La riesgosa criminalización del “pueblo mágico” de Metepec

Comienza a quedarle grande la etiqueta del municipio más seguro de México que el presidente municipal de Metepec, Fernando Flores Fernándezle colocó a su localidad de cara a la presentación de su tercer informe de gobierno en diciembre pasado. Por lo menos es la tercera ocasión que ahí tiene lugar un hecho de sangre que demuestra que ni es tan mágico como dicen de ese pueblo ni tan seguro como pretende hacer creer el reelecto alcalde.

El asesinato de un ex alto funcionario de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México y de un empresario ligado a la organización de espectáculos masivos, entre ellos la Feria de Metepec, en Metepecdan cuenta de que los avances en materia de combate al crimen en todas sus formas y expresiones no arroja hasta el momento los resultados que todos desearíamos.

Sobre todo

 tratándose de una localidad tan cercana a la capital política, del Estado de Méxicouno de los centros de consumo más importantes de la zona centro del país y una localidad a la que por muchos años se le calificó como un paraíso alejado de asuntos de violencia.

El primer responsable de lo que sucede en Metepec es precisamente su autoridad local, por lo que es urgente que se haga algo, y a tiempo, para revertir esta tendencia cada vez más marcada recientemente de un municipio violento. Todos hacemos votos porque Metepec no se sinaloise o michoacanise. Es el gran reto para la administración de Fernando Flores Fernández.