La Escuela de Artes y Oficios para Varones

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Nada falta en la revista que dirigió durante años el admirable arquitecto Antonio Cervantes Tapia. Es única y de una perseverancia que hoy al revisar cada página enseña tanto de Toluca, sus instituciones y personajes. Sobre la obra arquitectónica que tanto importa en estos tiempos en que se debe defender el patrimonio cultural para que no desaparezca definitivamente. En la lectura que con tanto interés realizo, encuentro el texto del historiador y cronista Aurelio J. Venegas. El cual dice con respecto a lo que se llamó Escuela de Artes y Oficios para Varones —edificio derruido que hoy ocupa el centro Comercial Acrópolis, y que en su centro del mismo, en su explanada, presenta en un muro la placa que habla de que en este edificio en el pasado estuvo en el actual terreno—, leo palabras del cronista Venegas, al cual los toluqueños le tenemos un especial aprecio: El estilo del edificio es Jónico, mide su fachada 61 metros de longitud y se halla dividida simétricamente por la puerta de entrada, teniendo a ambos lados siete vanos que, como la puerta de entrada, lleva arcos de medio punto, apoyados en una imposta corrida.

 

Hacia el sur de este plantel fue agregada en 1890 la casa contigua que el Superior Gobierno del Estado compró a los herederos del Sr. Ortiz, en la suma de 2,400 a fin de ensanchar el establecimiento.

 

La extensión de la fachada de esta moderna propiedad es de 21 metros que, unidos a los 61 del edificio anterior, hacen un total de 82 metros.

 

Por la puerta única que tiene al exterior el edificio, se llega a un vestíbulo en el que se ven dos puertas laterales y una en el fondo, de medio punto, con archivoltas, estando además, ornamentado con nichos y pilastras simétricas respecto a los ejes de las puertas.

 

A la derecha del citado vestíbulo está la entrada a la dirección, al fondo, la que conduce a un pasillo, teniendo a su frente el salón general que sirve de escuela y separa en dos porciones iguales el antiguo edificio y a la izquierda se ve la entrada a la conserjería.

 

Estas dos secciones indicadas tienen un patio circuido de corredores cuyas cubiertas están sostenidas por el Este, Norte y Oeste por tres arcos carpaneles sin archivolta.

 

En ambos patios existe la misma disposición arquitectónica.

 

El salón general que sirve de escuela primaria recibe luz abundante por tres ventanas que dan al Sur y por otras tres que miran al Norte, siendo las seis de medio punto y la puerta de entrada de platabanda con jambas y cartelas molduradas con gusto y obedeciendo al plan del proyecto de construcción.

 

De la pieza que ocupa la dirección siguen los departamentos de Administración, Prefectura, Enfermería, Zapatería, Sastrería, Hojalatería, Administración de “La Gaceta de Gobierno”, terminando al oeste y sur con las salas que sirven para las clases de música y dibujo.

 

Al centro de este patio que está al norte del local que describimos, hay una fuente rodeada de un jardín y en el ángulo del oeste está la escalera que permite el ascenso al segundo piso de la obra.

 

En el mismo ángulo sur–oeste, véase la entrada a tres pequeños patios donde existen los separos, baños de agua tibia, lavabos y un estanque para los baños de inmersión.

 

En el patio del sur, paralelo al que hemos reseñado, de la conserjería sigue la dirección de la imprenta, de donde se pasa a la gran sala destinada a los cajistas y prensistas, que comunica con el departamento de maquinaria.

 

Continuando por el sur rumbo al occidente están los talleres de grabado, carpintería, ebanistería y tallado de madera, almacén, local para la servidumbre y taller de curaduría.

 

El salón de la imprenta mide 12 metros de longitud por 7.70 de latitud, y el de prensista, que se diferencia del primero por tener una plataforma de 20 centímetros de altura, mide 9 metros 70 centímetros de largo por la misma latitud que el anterior.

En el salón de imprenta hay para uso de los alumnos cajistas 23 peinazos con cajas de tipos surtidos, un trono para plecas, otro para letra de plomo, otro para tipos de madera y otro con 66 cajas de títulos.

 

Existe en la sección de prensistas una prensa séxtuple de “Cottrell”, otra triple de “Alauzet”, tres de mano, sistema “Hoel” y una mecánica chica cuyo autor es “Gordons”.

Al final del pasillo contiguo al departamento de cajistas está un patio que forma parte del edificio, adquirido recientemente por el gobierno.

En este local está una caldera Morris con potencia de 25 caballos; el motor Hércules contiguo a la caldera, y el estanque alimentador; siguen al este las máquinas para labrar madera, sierra circular para taladrar, torno, sierra continua de corte, máquina para calar y otra para espigar.

Todos estos útiles están bajo un cobertizo cuya cubierta descansa en pilares simples.

La transmisión de la fuerza se hace por grandes poleas colocados a lo largo del cobertizo y que llegan hasta la imprenta, donde ponen en movimiento las prensas mecánicas.

 

Al sur de este mismo patio existe la máquina de rayar papel y los talleres de Herrería, Cerrajería y Fundación de Metales, Litografía y Encuadernación.

 

En la planta alta del patio del norte está en construcción una gran sala que dará al frente del edificio, estando ya terminados hasta la fecha dos salones que sirven de dormitorios, otro para comedor y la cocina.

Uno de esos dormitorios es de 35 metros de largo por 8 de ancho y el otro de la misma latitud que el primero, mide 25 metros de longitud.

 

Al centro de esos salones, perfectamente ventilados, están los armeros con fusiles y las cartucheras y cerca de las paredes y en orden sucesivo los catres de fierro y las cómodas de los alumnos.

(…) El 11 de septiembre del mismo año de 1889 y por decreto del Congreso del Estado, el Hospicio de Pobres se denominó Escuela de Artes y Oficios y dejó de estar bajo la dirección y administración de la Junta de Beneficencia, para pasar a la de Superior Gobierno. Establecido desde entonces el régimen militar, admírese en ese establecimiento la corrección y disciplina de los jóvenes educandos. A contar de la fecha, desde que la Escuela de Artes y Oficios de Varones quedó a cargo del gobierno, han sido sucesivamente directores de ella las siguientes personas: Dr. Manuel P. Reyes, cuya muerte fue una gran pérdida para ese plantel. Ing. Juan Madrid (interino); D. Rafael Hidalgo (interino); D. Juan Abadiano y el actual D. Pascual Lebrija. Es la misma enseñanza del ser humano, revisar los hechos históricos o crónicas de lo que tiene relación con la arquitectura, ingeniería, mineralogía, hidráulica, diseño y dibujo, etcétera es encontrarse con historias de vida de pueblos y personajes.

Mucho hay que leer de lo que hizo en Toluca Ramón Rodríguez Arangoiti, el cual sigue vivo, reencarnado —como diría Borges— en sus obras, que son de la mayor belleza y grandeza de espíritu y artísticas. Queda en el tintero el revisar las páginas de la obra magna de Hugo Arciniega Ávila, titulada El Arquitecto del Emperador / Ramón Rodríguez Arangoiti en la Academia de San Carlos 1831-1867publicado, como lo expresé en otra parte de estos textos por la UNAM y el Instituto de Investigaciones Estéticas.