LA ESTRELLA DEL SUR (1884)
Julio Verne
Varios autores manejan que una señorita Carolina se le río en la cara cuando le declaró su amor. No sólo eso: a los pocos meses, esta señorita contrajo nupcias con otro joven del mismo Nantes. Nuestro gran autor no logró sobreponerse a esta desventura y partió hacia Paris, so pretexto de terminar sus estudios de Derecho.
LA ESTRELLA DEL SUR (1884)
Víctor Cyprien, un ingeniero francés, que vive actualmente en Griqualand, desea casarse con la hija de Sr. Watkins, aunque éste tiene otros planes para su hija que incluyen dejarla en África para que se case con un hombre poderoso en el mundo de los diamantes. Para competir con este hombre, Víctor decide sintetizar diamantes.
¡Más adelantos y premoniciones!
Si con las Indias Negras conocimos cómo funciona una mina de hulla, ahora viajamos hasta el África negra para hacer lo propio, pero con los diamantes, eso sí, el autor no escatima en criticar al imperio británico y su apetito desmedido por colonizarlo todo. A tal grado que casi justifico las acciones criminales del capitán Nemo al hundir cuanto buque inglés se le presentaba enfrente.
Regresando al tema, se adelanta ¡veinte años! al descubrimiento del diamante más grande del mundo, a principios del siglo pasado. No sólo eso: también nos habla de la sintetización de diamantes, algo que ahora ya es una práctica normal, si bien para la joyería no es admisible un diamante sintético, sí lo es para la ciencia y la industria, que usan la durabilidad y dureza de estos diamantes para todo tipo de aplicaciones técnicas.
Pero lo verdaderamente impactante es que el descubridor de este fenomenal diamante, que pesaba más de medio kilo, le otorga el nombre de La Estrella del Sur como homenaje a nuestro querido autor y su novela.
La Estrella del Sur fue particionada en 150 piezas, la más grande adorna el Cetro de la Cruz, en Inglaterra, por su puesto.
Dato extra: Siempre he querido montar un avestruz como Matakit. Espero no terminar como Service, en Dos años de Vacaciones.