LA TARDE
Cuando pasan las horas de la tarde
en que espero con ansia la alborada,
entre ruidos nocturnos y tinieblas
en la alfombra naranja de la nada,
siento el viento que provoca la borrasca,
y las llamas crepitando entre la hoguera
como mi corazón en su morada.
*
Y mi pecho se inflama displicente,
con tu respiración acompasada.
Más, mi sensible corazón dormido
busca las palabras rebuscadas,
en un estilo.
que nunca he registrado
para escribir poemas encendidos.
Trato de hacerlo con paciencia y calma,
aunque con breve inspiración, vehemente,
para dar paso a lo que ya he aprendido,
con motivos que salen desde mi alma.
Zimapán, Hgo.
México.
- R.