LENGUAJES DEL ARTE CON VIOLETA LARA, escritora mexicana
Lenguajes de Violeta en la literatura. En su lectura la mueve, lo interno, esas revoluciones que suceden con sus matices y sentimientos. Es una lectora que encuentra luces en diversos autores sencillos y complejos, que le muestran esperanzas, el poder, la certeza de lo que si tiene sentido.
Violeta lectora, con alta sensibilidad de percepción y entrega, vive desde el corazón, desde el péndulo en armonía, desde los sentidos y desde la realidad para después, con sus letras y su espíritu libre, escribir para entregarnos sus versos, la profundidad de su poesía.
¿Cuál es Tu palabra favorita?
Esperanza.
Porque como dice San Pablo en una de sus cartas a los Romanos: la esperanza no defrauda.
¿Cómo te describes en dos adjetivos?
Imperfecta y sensible.
¿Cuál es tu tema de conversación predilecto?
Depende de quién sea el interlocutor, se puede aprender de todo aunque debo decir que cualquier tema que gire en torno a las humanidades, me atrapa de inmediato.
¿Prefieres leer ficción o no ficción?
No ficción, pero también hay buenos de ficción.
¿Qué sobra o qué hace falta en el mundo?
Al mundo le sobra violencia y maldad.
Al mundo le falta empatía, compasión, Amor.
Actualmente hay un semillero de escritores, jóvenes creadores, escritores de amplias semblanzas y/o reconocimientos, importa que los lectores hablen de su poesía ¿Cómo lograrlo?
Sí, hay gente talentosa, creo que el reconocimiento llega con el trabajo y la consolidación de la obra. El escritor llega a ser por la calidad de su obra y sólo así está en los ojos de los lectores.
No hay que olvidar que también son importantes los espacios de difusión, que los concursos literarios sean transparentes y logren su cometido, reconocer el buen trabajo.
Quién lee se involucra con el mundo social ¿Qué les dirías a los adultos lectores? ¿Y a los no lectores?
La lectura nos da múltiples acercamientos a diferentes visiones del mundo e incluso nos brinda otras de aquello que ya pensamos conocido.
A los adultos lectores les pediría que compartieran su gusto por la lectura e invitar a otros. Fue así como me inicié en el mundo de la literatura, contagiada por la pasión de mi maestra en la preparatoria.
Y a los no lectores, dénse la oportunidad de probar, a veces las primeras lecturas no son tan satisfactorias, como dice la frase de un comercial televisivo la cosa es buscarle hasta que encuentren el libro que los atrape.
La lectura produce múltiples beneficios, Sor Juana Inés de la Cruz decía que estudiaba no por saber más sino para ignorar menos, no importa qué tipo de libro por el que comiencen, Juan José Arreola dijo en una entrevista que no hay libro por muy malo que éste haya sido que no le hubiera dejado algo. Y conforme uno se va adentrando a la lectura, las selecciones y calidad de los textos va mejorando.
¿Cómo viviste tu infancia?
Viví una infancia tranquila creo. Con mi hermano, rodeada de mucha familia muy cercana, con mis abuelos; rodeada de libros que no conocí hasta que estuve en preparatoria, aunque vagamente recuerdo haber husmeado en las enciclopedias de arte y naturales, por las fotografías de las pinturas y de los animales.
Cuéntanos ¿Cómo aprendiste a leer, cómo a escribir y cómo te descubres como autora?
Aprendí en la primaria, pero cuando verdaderamente aprendí a leer y escribir fue en la preparatoria, tuve la fortuna de tener como maestra de taller de lectura y redacción a mi querida maestra Margarita Monroy Herrera, en ese entonces no sabía de su labor en la literatura; ella no sólo nos instruía, buscaba contagiarnos su pasión por la literatura y conmigo lo logró. Después de tener clase con ella me interese por leer más y comenzaba a despertarse mi interés por escribir poesía.
Continué como lectora y en la universidad se intensificó y diversificaron las temáticas, los trabajos de investigación, ensayos y proyectos me mantenían en constante lectura y esporádicamente escribía poemas.
A terminar la licenciatura en Comunicación decidí tomar el diplomado en creación literaria en la Escuela de Escritores Juana de Asbaje, en Metepec. Alentada por mi gusto por la lectoescritura y un poco también por un maestro de la Universidad que en los últimos semestres me comentó que había algo en mis textos. Como autor me descubrí meses después de haber terminado el diplomado al publicar una antología con unos compañeros.
¿Cómo es tu manera de ser y de vivir?
Como decía al principio soy imperfecta llena de ideas que convergen y otras se enfrentan, trato de alcanzar un equilibrio, teniendo como directrices el respeto, el amor y la paz. Procuro también mi crecimiento espiritual desde la fe y la razón.
Comparte una experiencia en tu trayectoria como escritora qué haya transformado tu vida y cómo lo resuelves ahora?
Creo que el haber estado en taller con maestros prolíficos y talentosos me ayudó a exigirme ser mejor cada vez, en cada texto, en ser honesta conmigo respecto a mi trabajo. Así continuó, en crecimiento constante.
¿Por qué razones escribes?
Porque me gusta la posibilidad de la palabra y lo que logran cuando se juntan, cuando nombran, creo en su fuerza, como en el poema El Golem de Jorge Luis Borges que dice:
Si (como afirma el griego en el Cratilo)
el nombre es arquetipo de la cosa
en las letras de ‘rosa’ está la rosa
y todo el Nilo en la palabra ‘Nilo’.
Y entonces cuando logras esas posibilidades, surge una especie de ansia por compartir la que se logra, la visión, cuando la hay, porque ya lo decía John Ruskin, lo más grande que un ser humano puede hacer en este mundo es ver algo, y decir lo que vio de la manera más clara posible.
Además de provocar la mente del lector, del que escucha y de alguna manera también tratar de entender este juego tragicómico que llamamos vida, o al menos así la nombra el maestro Alberto Blanco.
¿Qué ha sido tu éxito y como llegas a él?
Creo que no he alcanzado el éxito, llega con el reconocimiento de los lectores, las academias, los premios, cuando tu obra trasciende y para eso me falta mucho camino por recorrer, si es que lo logro; mientras, seguiré preparándome en la lectura y escritura.
Actualmente, ¿Qué lees y qué escribes?
Leo Las Moradas de Santa Teresa de Ávila y consulto libros en torno a las humanidades para escribir mis columnas de opinión.
Leo y escribo poesía (intermitentemente) porque como diría Borges yo tengo mucha dificultad para escribir, ahora me cuesta un poco escribir poesía. Recientemente leí a mi querido y admirado maestro Roberto Fernández Iglesias con su libro Canciones Retorcidas, Resorte y Otras Formas.
Algo más que deseas agregar:
Gracias por el espacio e invito a los lectores a interesarse por la literatura y disfrutar de los placeres de la lectura y a reivindicar el valor que tiene la palabra oral y escrita para comunicarnos.