+Litio y las dudas sobre manejo de Estado; El viraje de derecha a izquierda de las dictaduras latinoamericanas; Melissa y los retos en temas ambientales

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La frase:

La mejor arma de una dictadura es el secreto; la mejor arma de una democracia es la apertura.

EDWARD TELLER

 

HIGINIO Y EL LITIO: En el fondo, se está blindando a este mineral estratégico (litio) contra la extracción abusiva por parte de compañías extranjeras, como ocurrió durante el periodo neoliberal con el oro y la plata de nuestro país, dijo el senador Higinio Martínez Miranda.

Agregó que La iniciativa que aprobamos garantiza la protección de la ecología, así como la salud de las y los mexicanos que habitan las comunidades aledañas a donde, eventualmente, se explotará el litio, esto último habrá que verlo, comenzando por las  cantidades de agua que se requieren para su procesamiento, sea por la IP nacional, la extranjera o por la propia empresa del gobierno.

Por cierto el litio tiene una fuerte reacción con el agua formando hidróxico de litio e hidrógeno altamente inflamable, por poner tan solo un ejemplo.

 

Litio

MELISSA EN DALLAS: En la primera conferencia que se ofreció en esta ciudad texana, dentro del @EARTHX2021, se presentó cómo la industria y las empresas mexicanas  realizan estrategias de innovación sustentable para incrementar su cadena de valor.

En este Foro Mundial sobre la Tierra, se encontró a Enrique de la Madrid, hijo del ex presidente Miguel de la Madrid y ex Secretario de Turismo, con quien la diputada Melissa Vargas platicó sobre los retos que tiene el país en temas ambientales y sociales.

 

Va a la Deriva, América Latina; en Democracia y en Economía

Con una larga historia de anhelos socialistas, las naciones de América Latina navegan ahora a la deriva ideológica y naufragan en la incertidumbre al no poder consolidar ni sus sistemas democráticosni sus proyectos económicos, lo cual está llevando a la región a un mayor atraso en todos los indicadores del desarrollo.

Con la caída del imperio soviético, en la segunda mitad del siglo XX, se vinieron abajo todos los sueños que había alentado la Cuba libertaria Anti Yanqui de Fidel Castro y del Ché Guevara, quedando huérfana del cobijo comunista y marginada del capitalismo norteamericano, hasta convertirse en una gran cárcel que mantiene cautivas a las otrora alegres y guapachosas familias cubanas.

Pero el aislamiento de Cuba por más de 60 años del sistema capitalista, sin embargo, sigue inspirando a las nuevas generaciones en países latinoamericanos para seguir a caudillos que vuelven, una y otra vez, a ofrecer el sueño de la igualdad total, sin división de clases, regidos todos por un Estado fuerte y justo.

Los gobiernos se van alternando entre modelos caciquiles, de izquierda, de centro de derecha, pero ninguno logra elevar la calidad de vida de la población, por lo que las naciones latinoamericanas continúan atrapadas en su círculo vicioso de las alternancias inútiles de la geometría política que a nada conducen, pero que cada vez deterioran más las condiciones y expectativas de vida de la gente.

La orientación política de los diferentes gobiernos latinoamericanos y caribeños en nada han contribuido para el avance democrático, económico, político o social de la región, y la causa es muy clara: los gobernantes siguen siendo los mismos pero disfrazados con distintas facetas ideológicas, aunque guiados siempre por la ambición de poder, la corrupción, el engaño y el deseo de venganzas políticas.

En todas las naciones latinoamericanas y caribeñas el panorama luce igual, donde los luchadores sociales de antaño empuñaban las banderas de la justicia, la libertad, la paz, la democracia y el desarrollo; convirtiéndose ahora en los gobernantes tiranos que someten a toda la población a sus caprichos, a sus anhelos de perpetuarse en el poder y al concentrar todas las atribuciones y mandos en la figura todopoderosa del conductor único de la nación.

Los libertarios del ayer son los represores del ahora en un juego interminable, porque los actores son siempre los mismos, pero con máscara y discurso político diferente, dependiendo de la ubicación de la rueda de la fortuna del momento.

La doble faceta de libertario/represor la hemos visto en Cuba con Fidel Castro, en Nicaragua con Daniel Ortega, en Venezuela con Hugo Chávez y Nicolás Maduro, en México con los priistas de los 70, reciclados ahora en la Cuarta Transformación, y así en cada nación latinoamericana y caribeña, donde se repiten invariablemente gobernantes reciclados con nuevas promesas y discursos ideológicos, aunque con los mismos resultados de corrupción y soberbia.

El investigador académico, Emilio Rabasa Gamboa, en su análisis sobre la democracia en América Latina, nos detalla que en las tres naciones con clara dictaduraCubaVenezuela y Nicaragua; lo mismo que en las 17 que practican algún grado de gobierno democrático, mantienen un signo inequívoco, permanencia del Ejecutivo en el poder sin alternancia política y con derechos políticos restringidosNo hay una clara diferencia entre unos y otros.

El nivel democrático de las naciones latinoamericanas y caribeñas está íntimamente relacionado con la orientación política de sus gobiernos, y así tenemos que en la última década se mantenían dos bloques de naciones: los de la izquierda con NicaraguaEcuadorVenezuelaBolivia y Cuba; y el resto ubicados con gobiernos de centro o derecha, mismos que en los años recientes se han ido corriendo hacia la izquierda ideológica, como los casos de ArgentinaCosta RicaHaitíMéxicoPanamá y Perú.

Las dictaduras latinoamericanas actuales presentan una faceta izquierdista, cuando hace unas cuatro o cinco décadas tenían un perfil claramente derechista, como la Argentina de Jorge Rafael Videla, el Paraguay de Alfredo Stroessner, y Chile de Augusto Pinochet, con el común denominador de obedecer a mandos militares.

Otras naciones latinoamericanas han transitado de la derecha a la izquierda con más frecuencia, como en los casos de Brasil, ChileEcuador y en menor grado HondurasCosta Rica y Colombia. La frustración ciudadana llega por igual.

Tras el fracaso de la derecha en Brasil con Jair Bolsonaro, se espera el retorno de Lula Da Silva a la izquierda. La sociedad no tiene más opción que renovar esperanzas.

En México, la izquierda, sin resultados, busca a toda costa mantenerse en el poder ante el debilitamiento de los partidos políticos de derecha y de centro.

Pero la verdadera tragedia para América Latina y El Caribe, es que la corrupción, la pobreza, la impunidad, la opresión, la violencia y la injusticia se siguen agudizando, sin importar si el gobierno es de derecha, de izquierda o de centro, porque los actores ¡son los mismos!, ¿no le parece a usted, estimado lector?

América Latina