Luis Alonso Cruz
Luis Alonso Cruz parece haber hallado en los cortes perfectos, su propia corona de rosas infernales, aquellas que dejarán esporas que respirar cuando los ojos de nuestros seres más amados, sepan darnos las gracias por esta nada tan llena de vitalidad.
— Carlos Salinas Granda
LUIS ALONSO CRUZ
…No quiero que la noche venga, tengo miedo de perder la razón.
➡️ Por Ale Pastore
El poeta en su obra nos mantiene sin pausa a la lectura, sencillamente porque en cada verso encontramos su clara voz desde la autenticidad, aquella que nos hace sentir, imaginar y vislumbrar los simbolismos que anuncian que la poesía es su mundo. Luis Alonso Cruz no se resiste a lo enigmático, a la presencia de un Dios y su belleza. Es notoria la empatía que existe entre el que escribe y el que vive, ya que siempre nos sorprende con pinceladas de color, nos envuelve entre metáforas para encontrar respuesta a los vacíos, las carencias, al dolor, a lo dulce y amargo. Al sueño y la realidad, dejándonos una obra que resume perfecto lo que el poeta quiere expresar, la inconfundible autonomía del ser.
SELECCIÓN DE POEMAS
Tres estudios para la crucifixión
Sigue pasando los dientes sobre el hierro,
raspa las costras y la herrumbre,
deja que caiga el último cerezo de junio,
que se claven las espinas en tus pies,
y que grites hasta que los dientes se revienten.
¿Por qué volteas y no miras ese vacío?
mira el vendaje que le hiciste
y cómo tu cuerpo se dobla en el equilibrio de la semi rueda.
Alguien recogerá las pequeñas hojas que se desprenden,
de tu arco, invencible como siempre.
Tripartito es el dolor.
(Osario de Criaturas Perplejas, 2014)
3
Llegaron una mañana,
al tercer canto del gallo,
en plena temporada donde los ríos comenzaron a ser
bautizados.
Ellos proclamaban las nuevas,
Con el encantamiento oculto de sus palabras
Y el sonido borroso de sus frases.
Y en la tarde,
Los fuegos de San Elmo aparecieron sobre la gente,
Y este incendio de cada cuerpo será el pretexto de los
grandes
viajes de exploración;
El fuego de los ojos viendo diamantes,
juguetes codiciados
pretextos largos,
refulgores en los iris
movimiento puro y eterno
en el dinamo interno
y al concebir a los hijos.
Todo en este pueblo se volvió un pretexto para los viajes, las
mudanzas,
los rompimientos, el desarraigo.
Y aunque el secreto de este fin del mundo siempre
estuvo en el fuego,
en el cementerio con nuestros antepasados
¿Qué podían hacer nuestras mujeres?
El hogar ya estaba demacrado.
Los espíritus del mar le habían ganado.
4
Y los hijos….
siempre fuimos el rezago
para el fósil del león.
En mis manos y en los brazos llevo tatuado
La llave de todo el Purgatorio:
Nómbrame y luego existo
Así fue el deseo de San Marcos –el león– subiendo al cielo,
Así fue el espacio entre sus vértebras,
donde hablar,
era dar vueltas entre ruinas,
Destierros y Llantos.
Y este fósil también es un recuerdo
del coliseo en Cantabria,
de la agonía,
de la lluvia golpeando la piel
desnuda y la alegría,
un recuerdo de
las ventanas abiertas,
veleros y mujeres
dando vueltas en el Mediterráneo
de los barcos cargados de personas
con sus sonrisas como maletas,
de las flores incrustadas en la roca,
de los cangrejos y su extraña música.
Pero el recuerdo es una cáscara de sal,
Se rompe y sale una voz:
El fósil siempre ha navegado a pesar de nosotros,
El fósil siempre fue nuestro padre.
(La Música del Hielo, 2015)
Lapsus
Todo lo he querido contener en una oración
No, mejor en una palabra
y no sé, si esta escritura
es un simple ejercicio de anatomía
fibras, músculos y tendones expuestos.
Con
dagas afiladas
le abrimos el mundo al hijo
y al hijo de este hijo.
Con dagas afiladas le enseñamos
el mar y sus seres
que tengan miedo a lo inmenso
pero
los hijos seguirán naciendo, rasgarán el miedo
serán nubes perdidas en el cielo…
He despertado,
mi cabeza reposa sobre tus amorosas piernas
mientras estos pensamientos
estas voces del futuro
pasan y abren surcos
grietas en nuestra piel.
No quiero que la noche venga,
Tengo miedo de perder la razón.
(Hombre Fractal, 2018)
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Luis Alonso Cruz.- Lima, Perú 1981. Ingeniero Industrial de la Universidad de Lima, con doctorado en Educación por la UNINI México. Publicó los libros Tetrameron (2003), Lumen (2007), Radio Futura (2008), Osario de Criaturas Perplejas (2014), La Música del Hielo (2015) Hombre Fractal (2018) y Jardín Mecánico (2020). Ha sido finalista del Premio Nacional de Poesía (Perú, 2019) y del premio Copé de Poesía (Perú, 2021). Así mismo, parte de su poesía ha sido traducida al inglés, italiano, bengalí y uzbeko.
Poemas suyos aparecen en diversas antologías y revistas física y digitales a nivel internacional como Una Invitación–Un poema (Rumbos Editores, Santiago de Chile, 2021), y Antología de Poesía Iberoamericana Actual (Ex Libric ediciones, Málaga, 2018) entre otros.