MISIÓN: PROTEGER LOS OCEANOS DEL MUNDO
Vivimos en un momento de inconsciencia, donde nuestro planeta está sufriendo: la crisis climática, el uso excesivo de plásticos, la minería submarina o la sobrepesca, entre otras amenazas, están acabando con la vida en los océanos. Una cosa es clara: necesitamos actuar para lograr un cambio.
El cambio climático y la pesca industrial están llevando a nuestros océanos al límite. Las poblaciones de vida silvestre están colapsando, nuestros océanos se están calentando e incluso su composición química está cambiando.
Sabemos esto por los casi tres mil millones de personas que dependen de los océanos para su alimento y sustento, por la vida silvestre que encuentra en los océanos su hogar y por la lucha contra la crisis climática, necesitamos una red de santuarios marinos a lo largo de al menos el 30% de los océanos del mundo para 2030.
Si bien la pandemia ha puesto en pausa tantas cosas, pero nuestro mundo natural no está en pausa. Desde el Ártico que se derrite, hasta el Pacífico saqueado por la pesca excesiva, la crisis climática y de la naturaleza se aceleran. El momento político para crear una red de santuarios marinos a lo largo de nuestros océanos está agarrando camino, pero los gobiernos necesitan actuar como si nuestras vidas dependieran de ello, porque en realidad sí dependen.
Un punto a considerar es que fuera del agua, mientras nos retrasamos en actuar y establecer tratados internacionales, las compañías de pesca destructiva están operando fuera de la vista y más allá del Estado de derecho, despojando a los océanos de la vida que albergan. Estos saqueadores de los mares están llevando a las poblaciones de vida silvestre al colapso y dejando sin nada a comunidades costeras que dependen de la pesca artesanal para vivir.
Aunado a esto, la contaminación, la extracción petrolera y la amenaza emergente de la minería en aguas profundas están envenenando a la vida marina y haciendo la crisis climática aún peor al acabar con ecosistemas vitales.
Nuestros océanos nos conectan a todos y lo que pase en ellos impactará el futuro de la vida en el planeta. Los santuarios marinos pueden dar a la vida silvestre el espacio que necesitan para recuperarse y con esto ayudar al ciclo de carbono y evitar los peores efectos de la crisis climática. Necesitamos proteger al menos el 30% de los océanos para 2030, no el insignificante 1% del océano global que se encuentra protegido en la actualidad.
El tiempo se acaba para nuestros océanos, el tiempo se acaba para nosotros ya que son fuente principal de oxígeno, pero en nosotros esta generar conciencia, información, promover políticas publicas, generar una red de conexiones globales y siendo ciudadanos responsables.