Querido Santi
Jamás supe
la razón de tu
nombre;
jamás supe
quién te
lo puso.
Varios
decían
que
no era
nombre de
perro.
Jamás
habrá
humano
que llene
ese nombre.
Siempre
fuiste
un gran
chihuahua;
detrás
del cuidado
de la
amada
y recordada
Migou.
Jamás pude
verte
subiendo
grandes
alturas,
como lo
decía
ella;
si acaso
vi indicios
a tu edad
avanzada.
Recodaré
SIEMPRE
tu gran
velocidad
para pedir
alimentos,
no había
cosa a
que no
le entraras
eras de
buen diente.
Agradezco
cada día
y cada
noche
a tu lado;
sin duda,
contigo
perdí el
asco.
Agradezco
tu amor;
la gran
energía
cuando
me recibías;
tu aguante
ante una
enfermedad
prolongada.
5 de mayo,
7 de mayo,
dos fechas
de partida;
al menos
ya están
JUNTOS,
con
tu
verdadera
dueña.
Eterna Migou; eterno Santi.