+Ricardo Valencia Valencia, un ejemplo de abuso del poder municipal; La boca suelta del primer regidor de Metepec, panista Everardo Padilla Camacho
La frase:
Siempre he creído que la bondad de las mujeres es todavía más efímera que su hermosura.
VALLE INCLÁN, ESCRITOR ESPAÑOL
La evidente falta de respeto a los derechos de los empleados municipales
Un verdadero pillo resultó el presidente municipal de Ozumba, contador Ricardo Valencia Valencia, postulado por el PVEM, quien pretende pasarse por el arco del triunfo las leyes y autoridades laborales de este país, mismas que han dado la razón a una empleada municipal que fue ilegalmente separada de su empleo, demandó y ganó el laudo, por lo que ahora el alcalde está obligado a indemnizarla por 1.2 millones de pesos.
El peculiar caso que expone la forma en que las autoridades pretenden hacer y deshacer con el marco legal vigente, ocurrió en el municipio de Ozumba, pequeño –territorialmente hablando—de la zona oriente del Estado de México, a las faldas de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl, donde Ricardo Valencia pretende erigirse como rey.
Esmeralda Villarreal Alonso, que es el nombre de la implicada, se desempeñó prácticamente toda su vida laboral como encargada de biblioteca en San José Tlacotitlán, una comunidad rural de ese municipio, pero el cambio de administración y de partido político de la misma hizo que, de repente, simplemente le informara el director de Recursos Humanos del municipio que sus servicios ya no eran necesarios, por lo que le solicitaron su renuncia oficial.
Por supuesto que la afectada no iba a retirarse sin pelear legalmente por sus derechos, por lo que interpuso una demanda por la vía laboral en la que explicaba que ella nunca había faltado a ninguna de sus obligaciones laborales, que siempre llegó puntual, que eran mínimas las ocasiones en que por motivos de salud se había ausentado de su fuente laboral, por lo que no existían argumentos para separarla del cargo.
La demanda tuvo curso en las instancias laborales y se comprobó que, en efecto, la encargada de la Biblioteca de San José Tlacotitlán no tenía por qué dejar su fuente de trabajo, de la cual ella dependía económicamente.

El presidente municipal de Ozumba, Ricardo Valencia, recibió el dictamen de la autoridad laboral, e intentó negociar con Esmeralda. Primero le ofreció dar 200 mil pesos como liquidación, lo que, según él, cubría legalmente sus derechos por los años trabajados, la categoría administrativa, vacaciones, prima vacacional y todo lo demandado. Pero eso no era cierto.
De acuerdo con la sentencia de la autoridad laboral, Ricardo Valencia, presidente municipal de Ozumba, está obligado a pagar un millón 200 mil pesos a Esmeralda, para que ella deje el cargo que desempeñó durante casi tres décadas.
La afectada recurrió nuevamente a la autoridad laboral para hacer valer sus derechos, y lo único que consiguió fue que la separan del cargo de Encargada de la Biblioteca de San José Tlacotitlán y la enviaran al área de Intendencia, donde, a partir de ese momento, tendría que barrer, limpiar y realizar otras tareas relacionadas con la limpieza del Palacio Municipal de Ozumba.
Además, el singular alcalde de Ozumba, simplemente ordenó que sacaran de la nómina municipal a Esmeralda, pues a partir de ese momento, por decisión directa del presidente municipal, se le pagaría lo correspondiente a su salario en efectivo y como compensación, para no seguir creando derechos laborales.
Hoy la afectada ha recurrido a nuevas instancias, no sólo laborales, sino penales, pues la actitud del presidente municipal de Ozumba está siendo reclasificada como desacato a una orden de juez, lo que podría implicar su separación del cargo, que es la pena máxima a la que se haría acreedor si se comprueba y demuestra que no obedeció la instrucción de la autoridad laboral.
Además, Esmeralda está denunciando al presidente municipal por violencia política en razón de género, por discriminación y por faltar a los derechos humanos de la trabajadora del municipio de Ozumba, lo que, si las autoridades toman en serio el caso, podría implicar una sanción verdaderamente grave para la administración municipal de Ozumba, pues no es nada más el alcalde el que está implicado, también están mencionados en el caso el síndico municipal y el director de Recursos Humanos.
El caso no es el único, como cualquiera podría pensar, pues hay decenas de expedientes laborales en este mismo sentido, en los cuales la mayoría de las personas afectadas son precisamente mujeres, pues es hacia ellas hacia quienes las autoridades cometen esta clase de abusos y actos de discriminación.
Cuando cerrar la boca es lo más recomendable
El primer regidor del municipio de Metepec, Everardo Padilla Camacho, militante activo del Partido Acción Nacional, incurrió en un nuevo caso de violencia política en razón de género, en contra de la regidora del partido Movimiento Ciudadano, Yuri Castañeda, a quien dijo en la más reciente sesión del cabildo de esa localidad, que hoy las mujeres no buscan paridad, buscan caridad.

Por supuesto que el machismo de Everardo Padilla fue motivo suficiente para que la dirigencia estatal del partido Movimiento Ciudadano iniciara una denuncia formal en su contra, por lo que consideran una flagrante falta de respeto del panista.
La coordinadora estatal del partido naranja, Juanita Bonilla, aseguró que son actitudes como la del panista Everardo Padilla las que ponen en entredicho los avances que las mujeres han tenido en materia política, por lo que exigió a las autoridades electorales, principalmente el Instituto Electoral del Estado de México y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, actuar en contra del primer regidor de Metepec.
Quienes saben de comunicación política recomiendan sistemáticamente que, si no tienes nada bueno qué decir, no desaproveches la valiosa oportunidad de permanecer callado, y eso aplica perfectamente para el distinguido militante del Partido Acción Nacional.