SIN TÍTULO
Te fuiste como nadie,
en una mudanza que danzaba en mi almohada
en esa oscuridad donde los cuerpos conversan
cómo explicarlo mejor,
de sorpresa no precisamente, pero algo
por ahí
como un antipoema
como la ternura al revés,
sin previo aviso
sin el más mínimo indicio
te fuiste como todos
o como todas
por la chimenea
como en un cuento infantil
lejos de cualquier navidad
pero y no reclamo, sólo te dejo en libertad
absoluta, contundente, potente,
con todos los adjetivos y sustantivos
¿Tú sabes lo que no es recibir ninguna crítica?
¿Tú sabes lo que no es decir nunca no?
eso fue lo que hice,
con mucha magia
no como un limítrofe,
y eso que llaman engreimiento
lo tuviste segundo a segundo más segundo a segundo
y es que, no tengo pena que te hayas ido,
no voy a negar que en esta especie de diario
en formas de versos solo porque están escritos línea a línea
y no en vertical
y yo sigo
igual
tomando un helado solo
caminando, y mirando mucho, muchísimo
y vendrán otras almohadas
y las engreiré como siempre,
lo que nunca te perdonaré es
que te hayas llevado a Paco,
era
una
delicia
dormir
con
su
ronroneo.