+“Trascender y tocar el corazón de las personas”, el objetivo del alcalde Juan Maccise; habló de baches, agua y de la ciudad como tianguis que ya no lo es y su buen comer, entre otras cosas

La frase:

No soy monedita de oro, de Cuco Sánchez a…

JUAN MACCISE NAIME

DIÁLOGO DE UNA HORA CON EL ALCALDE JUAN MACCISE

Amante de la comida sin importar su dudosa procedencia, Juan Maccise resaltó, en entrevista, que más allá de haber sido el alcalde elegido para gobernar a la capital del Estado de México durante un año y 19 días, es una persona que ama profundamente a la ciudad, pero que su cargo, fugaz, emergió una pasión por cada uno de los espacios, símbolos y configuraciones que la conforman, al grado de considerarse hoy, a sí mismo, como un aficionado más del Club Deportivo Toluca, a pesar de no haber sido un seguidor fiel del balompié a lo largo de su vida.

En el encuentro con poderedomex.com a través de Guillermo Garduño Ramírez, como conductor de la entrevista en el programa Noticias poderedomex.com, las palabras que destacó en el discurso de su actuar político, fueron trascender y tocar el corazón de las personas, que aunque no se califica a sí mismo como monedita de oro contemplando que no todos estuvieron de acuerdo con su presencia y administración, reconoció los retos a los que se enfrentó, han sido un rezago y herencia de gobiernos anteriores, así como de intereses de quienes gobernaron, que, en mayor parte, surgieron por tener diferentes objetivos a la atención de las necesidades y problemáticas de la población.

El tema abordado, provocó que la sonrisa que tenía en los labios al iniciar la entrevista, se convirtiera en un gesto de seriedad, pues advirtió que fue muy doloroso ver la ciudad como un tianguis y como un espacio en el que reinaba la negociación entre grupos de poder. Respecto a lo primero detalló que eso como ciudadano a mí me dolía mucho, había muchos intereses.

Por lo que, su energía, se enfocó en recuperar el centro de Toluca, Rayón, Los Portales, entre otros espacios para accionar una política de orden y de respeto a la autoridad. Como ejemplo que generó una línea unicorde en su frente al juntar las cejas que mostraron enojo y descontento, enfatizó que tuvo que lidiar con 170 franeleros que rodeaban al Estadio Nemesio Díez, los cuales localizaban sus acciones a la comercialización y apropiación de espacios que devinieron en caos.

Caos representado no sólo en la famosa Bombonera, sino en otros espacios como Circuito Tollocan a la altura del Mercado 16 de septiembre, la calle Vicente Guerrero, la zona Terminal Mercado, entre otros.

Voluntad, actos de autoridad y diálogo, fueron tres elementos clave para la administración de Maccise, quien a pesar de cargar con los puntos negros de gobiernos anteriores, señaló que no dejó de trabajar para el bienestar de la ciudad y que no obstante su corto tiempo en el poder municipal, se siente contento de haber gestionado a la urbe que lo vio nacer y de la cual forjó su carácter y sus pasiones.

Uno de los retos que incluso impactaron en la vida del mandatario hasta el 31 de diciembre del presente año, fue la gestión del bacheo que aunque fue una labor incesante, sí se percibió como una lucha de Sísifo, pues bache que cerraba, bache que surgía en otra parte de la ciudad por el fervor de las lluvias que afectaron a la carpeta asfáltica hasta el mes de octubre.

Es un tema que causa enojo e irritación –dijo entrecerrando los ojos–, durante 20 años no se dio mantenimiento en la infraestructura vial. Hay que cambiar el drenaje y la carpeta asfáltica, que es una tarea titánica. Se tuvieron que sacrificar obras en zonas de la ciudad como el norte, digo es un espacio al que se le debe mucho, advirtió.

Añadió, es un problema de muchos años, especialmente de recursos, pero es algo que atenderé hasta el final de mi administración, conservando la seriedad en el rostro, pero lanzando de inmediato el momento en el que una comunidad perteneciente a San Pablo Autopan se alegró, lo recibieron con bombos y platillos, tras la intervención del alcalde al bachear una zona que afectaba considerablemente la vida de los habitantes.

 Les cambió la vida, don Guillermo, hicieron mole y hubo música. Estaban contentísimos, resaltó.

La primera pregunta fue: ¿Cómo evaluaría el progreso de los compromisos que presentó el día uno de su administración?

Primero había que generar una reconciliación con el Cabildo, con la clase política de Toluca, con la sociedad civil, con el sector empresarial, y de inmediato tendimos puentes.

Desde un inicio tenía claro que si yo no sumaba a todos estos actores, poco podríamos lograr, porque además, el Ayuntamiento que concluyó en diciembre de 2021, todos saben que entregó muy malas cuentas, lo dejó en una situación verdaderamente crítica en lo político, en lo social, en lo financiero y bueno, pues había que sumar a la sociedad civil, a la clase política, a los empresarios, para sacar los proyectos adelante.

Una de las primeras acciones que tocó, fue dar marcha atrás de manera inmediata al programa de parquímetros virtuales que causó molestia en la ciudadanía.

 

Posteriormente, era muy doloroso ver la ciudad convertida en un Tianguis. En los propios Portales se vendía pescado crudo, ropa, en fin, eso como ciudadano a mí me dolía mucho, había mucho desorden, había anarquía y había muchos intereses, desde luego.

Qué fue lo que hicimos, pues ejercer la autoridad y recuperamos el Centro de Toluca.

 

Era un caos la calle de Independencia, los Portales; Rayón no se diga, invadido de puestos incluso el arroyo vehicular. He traído a lo largo de estos meses una política de orden y de respeto a la autoridad.

La crisis hídrica a inicios de año en Toluca, la gestión del cuidado animal, la continuación y fortalecimiento de la industria en la capital mexiquense, la colaboración para la restauración de El Cóporo, que hoy, desde su mirada semeja las calles de Guanajuato, así como el mural más grande del mundo obra de Leopoldo Flores en el Cerro de Coatepec, hasta la gestión de eventos deportivos, culturales y de entretenimiento, como lo fue el regreso de Luis Miguel después de cuatro décadas de ausencia; pasaron por las manos de Maccise y cuyos esfuerzos marcaron en su vida un antes y un después de la presidencia municipal.

Me voy contento, pero no satisfecho, don Guillermo, aseveró con la mirada fija en el rostro del entrevistador. Aunque termine mi labor, seguiré trabajando por mi ciudad y el Estado de México, concluyó recordando a su padre, de quien desea que sienta orgullo por su actividad, aunque sea en sueños, en esa borrosa patria, para hacer alusión al Nobel de Literatura mexicano. Sincero, sencillo el diálogo en donde se reflejó lo justo y la certeza de las acciones realizadas. Sin soberbia y eso sí con naturalidad.