UNA CIUDAD…

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Varios libros publicó la Cronista del Municipio, cuenta ella en la entrevista con el periodista Víctor Manuel Gutiérrez donde sabemos que en 32 años ha publicado 36 libros, la mayoría de ellos de una bella presentación como lo constatamos, quienes tenemos a la mano dichas publicaciones en distintos momentos en décadas pasadas del siglo XX e inicios del que vivimos, La entrevista da muchas luces y reconocimientos a quien todo merece pues su labor fue incansable, cito: El primer libro que publiqué La construcción del ferrocarril de México a Toluca (UAEM), fue en el año de 1981. También publiqué en ese mismo año Las haciendas porfiristas en el Estado de México (UAEM), en donde trato especialmente de las haciendas que rodeaban a la ciudad de Toluca, y en 1985 el Gobierno del Estado de México y el Ayuntamiento de Toluca editaron mi libro Toluca en el porfiriato. En 32 años la labor de investigar, escribir y publicar libros fue pasión de vida para quien con ésta se entregó a la labor de Cronista en el municipio toluqueño.

Una labor que vista a lo lejos comprueba la grandeza de una mujer de su tiempo. Es tan afortunada que no hay libro que no tenga un valor por sí solo. Cosa bien difícil y lo saben autores en todo tipo de géneros literarios. Valor que identifica a Margarita. Sus investigaciones sobre las casas antiguas de la bella, limpia y vieja Toluca, contándose dichas construcciones familiares dentro del patrimonio cultural e histórico, por estar presentes ya en 1910 y, quizá una década después. En este caso su libro Las casas antiguas de mi ciudad la definen dentro de su amplia y rica bibliografía, en particular por sus 17 años como cronista del Ayuntamiento Toluqueño desde 1997 a 2014; así como al profesor Mosquito, cronista del Ayuntamiento desde el año de 1981 hasta 1997, le definen libros titulados, por ejemplo: San Juan Chiquito / Un barrio de Toluca, o Toluca del chorizo; y pienso ahora en Gerardo Novo Valencia, quien fue Cronista  en el Ayuntamiento de Toluca de 2014 a julio de 2022, en su caso, el magnífico texto que recopila artículos publicados en El Sol de Toluca titulado: Los Portales. Dichos libros en diferentes etapas de escritura —son en conjunto—, materiales obligados de lectura y estudio para quienes amamos la ciudad y el municipio en su existencia histórica.

Dice Víctor: Todas las obras de Margarita García Luna, son un conjunto de vivencias y nos provocan el goce de un estilo literario fino, delicado y trascendente. Sin embargo, hay una que destaca por lo que representa para la historia arquitectónica y urbanística de nuestra capital: Las casas antiguas de mi ciudad, el más atractivo y exitoso de sus libros, a tal grado que la primera edición que se hizo en 2010, como parte de la Biblioteca Mexiquense del Bicentenario, se agotó.

Todos en la ciudad y en el municipio queríamos a Margarita. Lo mismo intelectuales que historiadores, cronistas o artistas, en particular pintores y escultores por su labor en las direcciones de los museos Moderno y Museo-Taller Luis Nishizawa. La entrevista es un material vivo que nos ayuda a conocerla en sus inquietudes, la publicación de la mismo, con el título ya señalado: Testimonios Culturales, expresa el palpitar del mundo intelectual en la mayoría de sus vertientes, por lo que Víctor Manuel Gutiérrez, admirable periodista de nuestra Toluca de fin de siglo XX, entrega material relevante por los personajes que entrevistó para este texto: José Yurrieta Valdés, Marco Antonio Morales Gómez, Jorge Olvera García, Agustín Gasca Pliego, Alfonso Sánchez Arteche, Gloria Díaz González Vidal, Inocente Peñaloza, Arturo Ocaña Ponce, César Pavón Salinas, Antonio Cervantes Tapia, Gabriel Ezeta Moll, Rafael Vilchis Gil de Arévalo, Eliseo Lugo Plata, Víctor Manuel Gutiérrez Gómez, Benjamín Araujo, Germán García Salgado, Vicente Ruiz Colín, todos ellos son la expresión de una Toluca que es basta, en sus hechos y sucesos del pasado y del presente. A esa lista se aúna la Cronista Municipal de Toluca con sus aspiraciones e ilusiones: en las cuales sus dos hijos: Jorge y Úrsula son su principal preocupación y cariño maternal, que respiraba al hablar de cada uno de ellos con tanta ilusión.

Dentro de sus libros destaca el que recopila obra en varios temas: Una ciudad y dos causas sociales a través del tiempo, publicado por el Gobierno del Estado de México, dentro del Fondo Editorial, en el año de su fallecimiento en el 2014, seguramente fue su último esfuerzo en revisión que ella hacía con una seriedad y cariño muy destacable. Me pregunto si lo habrá visto salir a la luz pública. Ello me recuerda la anécdota que viví con –para  mí el mayor prosista que hemos tenido en Toluca en los dos últimos siglos– Alejandro Ariceaga. Les cuento, que me encontraba aquí en ciudad de Toluca, dentro de la empresa que imprimía libros, en este caso para el Instituto Mexiquense de Cultura, y que en esa ocasión vi ya hecho y en sus respectivas pilas. listos para ser empaquetado el libro más reciente de Alejandro. Quien me dio el libro recomendándome que no se lo fuera enseñar, pues todavía no había permiso de su distribución, y Alejandro sólo venía a constatar que su libro estaba listo para darse a conocer. No sé si le dieron algunos ejemplares para llevárselos a Barcelona, pues estaba por partir de nueva cuenta a España, país del que estaba enamorado desde la primera vez que pudo presentar sus lecturas en algunos lugares de la bella ciudad. No sabíamos que allá, en ese viaje, iba a morir de un infarto. Y yo, que saludé a Alejandro con afecto, pero sabiendo que no le podía presentar el libro, pues según esto, nadie sabía que ya estaba terminado.

En este caso a escondidas llevé el libro, pero ahora cada vez que lo miro sé que es un libro sin el autógrafo del gran narrador toluqueño. De esa misma manera pienso en Margarita y ese año de 2014, cuando falleció sin que pudiéramos comprender el porqué a tan joven edad, se iba una intelectual de primer nivel no sólo para Toluca o el estado de México, sino para el país. Su obra es de relevancia para toluqueños y para quienes desde la historia o la crónica buscan los temas o las investigaciones que son propias para ciudades del país o para asuntos que toda entidad enfrenta como propias en sus estudios históricos o del presente, en la modernidad, que según Jorge Luis Borges todos vivimos: mientras estamos vivos todos somos modernos.

En una ciudad… es por lo tanto, entrar al mundo social, que Karl Mannheim plantea como la principal preocupación del hombre y la mujer, para comprender necesidades e ilusiones: vivir en sociedad, buscar el bienestar de todos, estudiar a la sociedad tal cual es, y no tal cual creemos que es. Pues, esa segunda opción es el mundo de las ideologías que convertidas en voracidad política se vuelven fascismo, nazismo o burocracias totalitarias y dictatoriales. En el menor de los casos populismo. El libro de Margarita es revisión de la ciudad que habla de su etapa colonial; o de Toluca y sus pobladores a finales del siglo XVIII. Visión de épocas es Margarita en sus estudios, que provienen de su fe académica por la historia, y por su apasionado interés en la Colonia y lo que aportó o hizo sufrir a sus pobladores. Visión de la sociedad como un todo, visión de la misma en un individuo, por eso escribe del callejón del Muerto.

A los cronistas anécdotas y leyendas siempre les han interesado: son parte mágica de una sociedad que no sólo de pan, vestido y vivienda vive. Margarita, como vemos, vive metida en su inquieta cotidianidad laboral, y además en su pasión por la crónica y la historia: por ello revisa: antiguos callejones de San Felipe, Cruz Verde, Urbina y de los pajaritos. Nada le es negado a la Cronista. Nada le deja indiferente. Todo lo ve con esa mirada inteligente y bella que tiene. Los callejones son de su interés y para eso busca aportaciones de diferentes Archivos Municipales, Parroquiales o aquellos de dimensión mayor: callejones como el de Esquipulas, callejón del Camposanto; callejón de las Navarretas, se vuelven tema de su intimidad.