13 LA GRAN SORPRESA

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Pamela siempre se preguntaba por qué Iker le tenía tanta admiración. Ella solía leer cada uno de sus escritos y claro que le gustaba ser la portada varias veces en el diario. Dos veces fueron las que aquel chico le invitó a salir y las dos veces la rechazó, incluso ella se sentía mal consigo misma por comportarse de forma tan grosera. Sin embargo, tenía un orgullo y una reputación que cuidar. Ella seguía por el camino para llegar a ser una futbolista de Primera División. Ya estaba entrenando con la sub-16 al igual que Iker.

Nuestros personajes han cambiado un poco físicamente, cambios que ocurren dentro de la pubertad y gracias al futbol fueron a su favor. Iker creció un poco, se tonificó y se puso más delgado. Isabel era una de las jóvenes más atractivas del colegio, no por nada Miguel se le había declarado, estaban por cumplir el año de novios. Pamela no logró estirarse desde que llegó al metro y medio de estatura, aun así le pasó lo mismo que a Isabel. La dorsal diez blaugrana ya estaba en tercero, estaba por cumplir los catorce años, mismos que serían el 6 de octubre. Día que caería el lunes, normalmente nadie sabía de esa fecha, pero había una gran sorpresa para ella.

—Tengo que hacer el mejor reportaje, o un collage, darle sus chocolates favoritos, un peluche o unos tachos —dijo Iker.

—Eres el niño más estúpido que he conocido, ni le has hablado en más de tres años y quieres darle tantos regalos —respondió Isa.

—¿Quién sabe si este sea el primer paso? Nadie sabe, debo de hacer mi mejor intento y tú me vas a ayudar —comentó el chico de pelo castaño a la negatividad de su mejor amiga.

—Desde que te conozco te he dicho que no existe una posibilidad entre ambos y todavía la sigues amando en secreto. En definitivo si eres el tipo más estúpido que conozco.

—¿Y todo esto lo tienes que decir desde la ducha? —preguntó el dorsal 98 de los pericos.

—Ya estoy saliendo, no voltees. Lo que digo es que es demasiado, creo el reportaje y el collage en el periódico escolar estaría bastante bien, pide la portada y el titular principal.

—Es buena idea, lo bueno es que aún falta una semana y puedo pedírselo a David. Vamos apresúrate, debemos ir a su casa —dijo él y ante tanta aceleración vio a su amiga.

—Hijo de puta, has mirado, has mirado, coño Iker que no voltees. Te has ganado la patada del año —mencionó la chica más atractiva del colegio.

Iker al escuchar eso, prefirió salirse y esperar a que saliera. La patada del año era una tradición de su amistad que se ganaba aquel que cometía el peor error en el transcurso de doce largos meses, ya imaginarán la parte a la que se dirigía. Quien lo propuso fue el joven al hacer llorar a Isa después de los primeros entrenamientos, así que él fue el primero en recibirla; para primero de secundaria fue para ella, pues falto una semana y no dijo nada de nada y esa fue la única vez que le tocó; pasaban los años e Isabel más fuerte daba la patada.

—Ya acabé de vestirme, ven para acá Carvajal —ordenó su amiga furiosa. Como perro regañado se dirigió a la alcoba, donde dormía desde el 2010. No estaba mentalmente preparado para tal patada.

—No lo hice a propósito, te lo juro. Si lo hubiera querido hacer no me hubiera volteado tan rápido, perdónamela esta vez —rogó él.

—Abre las piernas Iker, el daño ya está hecho —contestó Isa sin objeciones.

Valiente, como pocos, obedeció a lo que la dorsal 96 de los pericos le pedía; cerró los ojos y la recibió. El dolor fue espantoso, era el más duro que recibía en esos cuatro años. Pidió diez minutos para recuperarse de tal patada. Después de un descanso, ambos salieron del número 78 de la Calle D´Amílcar para ir a un conjunto de apartamentos ubicados en Barrio Gótico. Curiosamente se encontraba en Ramblas Clock Escuellers, en el apartamento tres, lo que Iker no sabía es que en el número siete vivía Pamela. Tocaron el timbre y esperaron a que les abrieran.

—¿Y ustedes dos qué hacen aquí? —preguntó David al ver al dúo dinámico.

—¿Tienes que ser tan directo siempre? —respondió Isa.

—Una respuesta tan de ti… —afirmó el director general del diario escolar.

—He venido a pedirte un favor y es muy importante para mí —mencionó Iker abriéndose paso a la conversación.

—Es Pamela, ¿cierto? —cuestionó él.

—¿En serio soy tan notorio?, ¡rayos! —contestó el dorsal cuatro.

—Pequeño e iluso Iker, tus crónicas se encienden cuando mencionas a esa chica de un grado menor a ti. Aparte de que es de la que más fotos tenemos; la has convertido en la chica más popular y nunca te ha agradecido —comentó el director del periódico escolar.

—Y yo sé que las lee —agregó Isa.

—Mierda.. y esto lleva mucho tiempo —dijo Iker.

—Te lo he dicho más de una vez, pero solo te dedicas a ignorar e ignorar —mencionó la chica.

—Ya deberías haberle dicho. Pero dime, ¿qué venías a pedirme? —preguntó el chico de lentes.

—En fin, el cumpleaños de Pamela es el próximo lunes y te quería pedir la primera plana, quiero tener un titular y hacerle un collage.

—Normalmente no pides nada y como es mi último año en el bachillerato no veo porque no, quiero la nota antes que el jueves —accedió David.

El dúo dinámico regresó a la casa de Iker para ir al entrenamiento de aquel día. Él estaba tan feliz, por fin podría hablarle una vez más a aquella chica que conocía desde los cinco, esta vez quería revelar absolutamente todo y no guardar ningún secreto.