A Propósito del Amor de José Luis Solís Ramírez
El Amor ha moldeado la concepción de la poesía desde la antigüedad, de todos es sabido que la personificación del Amor –como recurso expresivo– a través de la prosopopeya y otras figuras literarias, hacen llegar hasta nuestros días las mismas cualidades de este amor que cantaba el poeta desde tiempos remotos, pero, ¿qué hace a este poeta, un ser digno de representar al Amor, De cantar Odas, sonetos y rimas producto de su inspiración?
La creación poética fundamentada en el Yo lírico se basa en una profunda relación de éste con el personaje Amor, en tanto inspirador de la pasión y de la escritura. Esta unión nació en la poética clásica, pero a través de los siglos y de las civilizaciones, perdura la idea acerca de la creación poética en la que el poeta en un sujeto dominado por una fuerza externa de la que no puede escapar: es esta fuerza, la Poesía, la que elabora y organiza las palabras que constituyen un poema.
Esto hará del poeta un profeta, pues ambos hablan de algo en lo que creen, impulsados por un temible logos. Para nuestro poeta en cuestión, José Luis Solís Ramírez –Poeta, narrador y profesor desde 1967, Licenciado en derecho– ha sido clara su vocación elegíaca, pero también lírica y en su amplia producción nos regala este poemario que tiene todos los elementos de la poesía amorosa antigua y moderna, por lo que el oyente reconocerá inmediatamente el tema, el Amor impredecible, la recurrencia de la Amada, La Musa, La Vida, La Muerte.
En la primera parte del Poemario A Propósito del amor –escrito y fechado en 1969, publicado en Toluca, México en 2015–, titulada Ay el amor el recorrido comienza con la voz lírica entonando cantos a la tierra e incluso a algunos próceres:
Canta conmigo
Construye /nuevos días/ patria mía/ y canta conmigo.
Oda campirana
Tierra, amor del hombre,/valor que lleva dentro
Oda a la montaña Xinantécatl
Soy un viejo que espera ansioso/ tu abrazo de mujer
Juárez
Todos te recuerdan/ de virtud, al fin hombre;/
México
Amor que vence,/cada hombre es un soldado,/cada mujer un ángel./Si no fueras eterno,/Dios hubiera muerto,/
Para dar paso a la irrupción de la Amada: romántica, bella y pura a la que va a describir a través de tópicos como la naturaleza, las flores, el cielo,
Eva María
Virgen celeste/todo el cariño/es para ti
Primer amor
Eres amor primero,/Tú luna, yo sol,/eres capullo de girasol/besado por la luna
Mientras la amada se mantiene inaccesible, y por tanto pura, abundan las imágenes que exaltan su pureza y su carácter divino; sin embargo, la experiencia del amor que se consuma a través de la sensualidad, que es probado y no resiste las pruebas de la distancia o la traición, llevara siempre al dolor:
Sin rencores, ni suspiros
A propósito del amor,/habrá que cavar las fosas,/el tiempo muere,/el futuro aún no nace
Las Flores
Y las flores rojas que besó Perseo,/hoy se queman en el negro incienso./Me muero sólo cuando no te veo
Estos intermitentes dolores llevan al Poeta a sus orígenes, al terruño, la infancia o cierto peregrinar que se advierte en ires y venires, por paisajes que le son conocidos, ciudades que forman parte de una ruta, Morelos, Estado de México, Puebla, La Ciudad de México, Michoacán tal vez.
Alcoba
En la infancia los recuerdos/tienen su alcoba, su motivo,/pero ningún dolor
El Monte y el Valle
El Monte y el Valle nos están mirando,/ estoy muy agradecido padre, dijo:/ muchas gracias, ya no estaré penando.
Nada es sencillo para el Poeta, en un devenir de hombre común, se ve atribulado por su propia carga emotiva, que muchas veces no se comprende por los que le rodean para diversos autores, esta figura del Poeta conformará un modelo, si no, un arquetipo, para Roberto Juarroz el poeta es el que evidencia lo perdido al rasgar el mundo y dar salida a lo que la conciencia ordinaria del hombre común no puede ver; Fernando Pessoa lo llama fingidor, aquel que es capaz de ponerse almas como trajes,
Ladrón
Confieso que quise robar la felicidad,/pero aquí estoy a una yarda de libertad,/
Esta mañana
Soy ese canto, soy ese vago/que arrulla trece versos al destino.
Los poetas son mentirosos, afirma Platón en La República y no está del todo equivocado aunque desde su punto de vista, el único error del poeta era lo que él consideraba una falsificación de la realidad
Brindis
Brindo, porque soy un poeta,/porque mi figura/no se dobla como ayer.
Qué temible
Qué temible y oscura noche de sueño
Oda a la mentira
Mentir es la muerte, es el más allá/de la ilusión forjada
A diferencia de nosotros, el poeta se ve devorado por una demencia, una necesidad de final, y no llega a ser tan cierto que a través de esa demencia, que por cierto es un don que los dioses otorgan, nos llegan grandes bienes. El raptus poético lleva al conocimiento, revelado por los sufrimientos que al sujeto poseen:
No hay luto
La entrega es una oda/el encanto/de mis versos dolorosos
Soledad
Soledad, fino cuchillo que hiere/ estoy solo desde hace un mes y días,/el horizonte ante mis ojos
De este modo, al ser el amor la forma de furor más elevado, la inspiración poética que causa también resulta ser superior.
Azul y Brillante
Hago del azul un mar de melancolías,/siempre detenido en mis alforjas
Polvo espeso
Antes hacía versos de amor,/de sentimientos perdidos,/ de ilusiones, de incertidumbre
El encuentro con Amor es una experiencia del cuerpo, de su mente y de los atributos de su vida. Aparece de la nada, invade al amante, lo despoja de su razón, debilita su mente y hasta llega a distorsionar su pensamiento:
Siempre las rosas
No he de saber si mis dedos serán verdes/adentro y fuera de su casa/habrá rosas, lo sé por la historia; las albas y los atardeceres/ mojan perlas y caprichos;
Voz dulce
Agita la piedra,/al fuego se abre/la paz reverbera,/voz dulce
Líneas líquidas
Sé todo sobre ti,/tus líneas líquidas y frescas,/ todavía pasean en mi mano
Por tanto, resulta lógico que la poesía amorosa termina condenando al Poeta al estado de Tristeza y Melancolía de Eros. Este tipo de posesión es particularmente específico del Poeta Amoroso, quien a partir de ahí buscará otros temas como Dios o el Infinito:
¿Dónde?
¿Dónde te encuentras? / No lo sé./Tal vez en el crepúsculo/ o en el horizonte azul.
Olvido
Olvido,/camina a mi lado/
Oda a Jesús
Hombre: el futuro cristo no habla,/ su mirada lo dice todo
Oda a una proeza
Ya casi no hay proezas de marzo ni bienvenidas; dicen los que me conocen que dejo cada respiro en tus adentros
Autorretrato
El poeta es una ilusión como cualquier otra/tiene un índice largo, mundo solaz sin techo,/
Ciertamente es patente el mensaje de que sufrir por amor va de la mano con el arrastre de la voz poética, con el ocaso del Poeta que se convierte en sólo un escriba dominado por Amor. Y que, sin embargo, la voz poética se convierte en una fuerza superior de la pasión que lo domina. La dulzura y el alivio se encuentra la escritura del sentimiento pueden traer al yo que lo expresa en sus versos.
RAPTO
Noche, invoco un canto perdido, oda a un murmullo, amén de ásperas caricias,
Desde mi silencio
Sentir en la piel el claro profundo de tu mirada, sentir dos palabras como el universo: te amo.