A VECES LA EXTRAÑO

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Es  sacar siempre lo mejor de uno mismo, física y mentalmente, sin importar las trabas que nos pone la vida en el camino.

Es mantener constantemente la esperanza y con ella podemos alcanzarlo todo. 

Es impagable, no hay fortuna que la pueda comprar, aunque muchas personas vivan engañadas pensando que unos dólares demás, pueden con ella. 

Es de lejos, mucho más importante que el amor, si carecemos de ella, es imposible poder dar todo el amor que queremos. 

Es a veces adjudicada al nacer, otras veces arrebatada, y otras, ni siquiera estuvo pensada durante ese camino largo de 9 meses de un bebé en el vientre de su madre.

Es muy amiga de la felicidad, diría que súper amigas, y también amiga de la memoria, porque cala en la mente y casi nunca se deja atrás en el olvido. 

Es sin duda el objetivo más grande y principal que deberíamos de tener todos los seres humanos. 

Es de aquellas que nunca, jamás debe darse por sentada, es infiel, nos saca la vuelta en el momento menos esperado. 

Es infiel, a veces por propia decisión, otras veces porque uno mismo la impulsa con creces a que lo sea. 

Es amante del buen sueño, del descanso, del yoga, del pilates, de la música chill, de la empatía y los buenos tratos. 

Es el bien más preciado, omnipotente, magnánime, todo poderoso, que podemos tener, porque la vida nos lo regaló, como un plus especial. 

Es para nosotros, como el agua para el río, o como el aire para respirar, el alimento para el cuerpo, la oración para el alma, el sol para las plantas.

Está dentro de mi lista de tres cosas más valiosas que nos puede regalar la vida: en la lista la preceden, la misión de la vida y las personas que queremos. 

Es de las cosas que también cuesta ganarlas algunas veces, pero es posible, igual como mantener la mente calmada. 

Es a veces la mejor y más nítida foto del alma humana, hay las almas sufridas y otras que siempre pasan piola. 

Es compañera de butaca de la mente ordenada, el desorden mental es uno de sus peores acosadores y sicarios sin piedad. 

Es el mejor regalo que los hijos nos dan a los que somos padres, diría que es el mejor regalo sin importar el destinatario y receptor. 

Es como dice Franklin P. Adams: La salud es lo que te hace sentir que el “ahora” es el mejor momento del año y me doy la licencia de agregar: Cuidémosla, más que a nuestra propia vida.