Ale Pastore
Impaciente, profunda y serena. La poeta a tiempo completo mira su mirada y se acepta y se gusta. Como quien vive, a flor de piel, ese asombro que muta en objetos amados y en cada día estando la vida… La melancolía del cuerpo. La poeta reflexiona y siente cada palabra que dice. Aquí está ella. La más importante de lo importante, hoy, en el Perú y fuera de él.
EL RETORNO
Mis manos atan los versos,
y mi mente se expande
en un pensar que alarga el tiempo.
Soy hecha de campos floridos,
una sombra en la hierba,
el prolongar de lo minúsculo.
Pululo, emerjo, broto,
bajo esos árboles de infancia,
atiendo a su fragancia en el recuerdo
y huyo en busca de todo aquello
que me retorna.
AHÍ ESTÁN
Dónde cantan los pájaros
cuando se abren sus jaulas
que en nada asemeja
al paso del viento,
que guía,
y llevan en su vuelo el silencio.
Dónde amainan los cielos
buscando en su generoso intento
abrazar todos sus huesos
calmando el miedo y desasosiego.
vuelo,
miedo,
miedo,
desasosiego
y más vuelo.
Ahí están,
cediendo sus cantos al alba.
LAS ARBOLEDAS
Las arboledas se desvanecen,
etéreas,
luego de la flama bajo la tormenta
que deja rastros de cenizas.
Visualizo la vida,
como a la muerte.
Indivisibles e incuestionables.
Donde la vida vuelve al canto
y la muerte a su renacer.