+Autoritarismo Ante Ataques, y Descrédito de Partidos Políticos; Francisco Eric Sevilla y Montserrat Sobreyra al PRI estatal, candidatos de unidad
La frase:
Los pañales y los políticos han de cambiarse a menuda… y por los mismos motivos
GEORGE BERNARD SHAW
¿HOMBRE O MUJER AL PRI?: La especulación surgió como reguero de pólvora tan pronto como el partido tricolor informó este domingo por ahí de las 14:00 horas que este lunes 7 de febrero se abre el registro de las fórmulas aspirantes a participar en el proceso interno de elección de las personas titulares sustitutas de la Presidencia y Secretaría General del CDE del PRI.
De inmediato surgieron nombres de integrantes de esas fórmulas.
La primera de ellas integrada por el diputado Miguel Sámano Peralta, coordinador de la bancada priista en la Legislatura federal con María Isabel Sánchez Holguín, actual Secretaria de la Mujer. Sámano Peralta ya merece una oportunidad así y María Isabel es gente directa de Del Mazo. Esto es sería hombre y mujer, una variante con respecto a la última presidenta.
Luego surgió otra fórmula que parece la natural, integrada por Martha Hilda González Calderón, actual Secretaria del Trabajo y Francisco Eric Sevilla Montes de Oca, Secretario de Desarrollo Social. Aquí es mujer y hombre como estaba hasta la semana pasada el PRI estatal. Los méritos de Martha Hilda son por demás notables.
Y finalmente apareció la que será la buena, según los conocedores, integrada por Francisco Eric Sevilla Montes de Oca, actual Secretario de Desarrollo Social, en donde ha realizado un buen trabajo, así como ex presidente municipal de Lerma y María Montserrat Sobreyra Santos, originaria de Nicolás Romero, actual diputada local e hija de un priista destacado Martín Sobreyra Peña.
No faltará mucho tiempo para saber si hay cambios o se confirma alguna de las especulaciones, especialmente la tercera fórmula, que todo parece indicar van como candidatos de unidad, para que no haya fisuras en el tricolor.
Mañana martes, rendirán su protesta.
Autoritarismo Ante Ataques, y Descrédito de Partidos Políticos
El desempeño de los partidos políticos en México depende cada vez más de la disponibilidad de recursos económicos, más que de la emoción, de la convicción, los ideales y la disposición por promover la ideología partidista, la manera de transformarla en programas de trabajo, organización y gobiernos eficientes.
En tiempos de austeridad donde un gobierno con rasgos autoritarios, centralistas, concentra todo el poder en la figura presidencial, que hace uso discrecional de los recursos públicos para debilitar, anular o de plano eliminar personas, instituciones o medios de comunicación que le hagan contrapeso político o que le representen exigencia de apego a la ley, transparencia y rendición de cuentas.
De esta manera, hoy por hoy, el único partido político que cuenta con la capacidad económica para desarrollar un despliegue promocional y propagandístico a lo largo y ancho del país, es el oficialista Morena, a cuyos dirigentes, gobernantes y simpatizantes se les justifica, perdona y hasta premia todo tipo de abuso e ilegalidad, aún desde la mismísima tribuna presidencial mañanera del Palacio Nacional.
Todo ese poderío político y presupuestal se usa igualmente desde la figura presidencial para emprender ataques directos contra las figuras más representativas de las oposiciones y de sus partidos políticos, en aras de minar su credibilidad, estructuras y desarrollo con miras a las próximas elecciones.
Estamos retornando a los años 70, cuando el presidente populista, Luis Echeverría Álvarez acosó, persiguió y aniquiló a todos sus oponentes, al grado que su heredero en el trono, José López Portillo tuvo que ir a la campaña presidencial sin oponentes, y evidentemente la ganó como candidato único.

Ese mismo sueño por el que actualmente lucha el presidente Andrés Manuel López Obrador de concentrar en su puño todo el poder y acaparar el manejo de poderes del Estado, medios de comunicación, partidos políticos, instituciones electorales, gobiernos, legislaturas y municipios de las entidades del país, respaldado por las fuerzas armadas del país, lo logró el presidente José López Portillo pero le estalló en las manos y fue la desgracia económica para México.
Los opositores se tuvieron que refugiar en la clandestinidad y combatir al gobierno autoritario, populista y represor con tácticas y estrategias guerrilleras, desde los sindicatos, las universidades, las colonias populares y los pueblos indígenas, hasta forzar al engreído mandatario a la apertura política para dar reconocimiento partidista y legalidad a todas las fuerzas ideológicas del país para, en pluralidad, diseñar y trabajar en el desarrollo de una nación democrática, libre y plural, lo cual fue posible con la Reforma Política de Jesús Reyes Heroles.
Actualmente, en aras de imponer la Cuarta Transformación del país desde una sola visión y voluntad presidencial para acabar con la corrupción, la impunidad y la pobreza, tal como José López Portillo invitaba a prepararse para empezar a administrar la abundancia del país, lo único que se está logrando es vulnerar la democracia, las libertades, los derechos humanos y la pluralidad política.
Es por eso que los procesos electorales de los años 2022 y 2023 serán fundamentales para la definición en la lucha presidencial del 2024: se consolida el autoritarismo presidencial en México, o se rectifica para retomar el camino de la lucha democrática por la vía institucional, democrática, de representación plural del país para legislar y gobernar con la participación de todas las fuerzas.
De ahí la relevancia de mantener la independencia y la autoridad autónoma del árbitro electoral, hoy tan hostigado desde la figura presidencial, que busca a toda costa asumir el control del Instituto Nacional Electoral y centralizar la planeación, organización y calificación a modo de los procesos electorales, como en los 70.
El INE representa la última esperanza y trinchera para los partidos políticos de oposición en el México actual para dar la pelea por el rescate democrático y su propia condición constitucional de entidades de interés público, donde es la autoridad electoral autónoma, y no el poder, la que debe determinar las formas de intervención partidista en los procesos electorales, así como la garantía de que contarán, de manera equitativa, con los elementos para llevar a cabo sus actividades para lo cual reciben el financiamiento público correspondiente.
Los ataques presidenciales para aniquilar al INE independiente y autónomo, argumentando motivos de austeridad, pretenden también debilitar a los partidos políticos desde su financiamiento que, por ley, deben recibir este año un presupuesto de 5 mil 821 millones 851 mil 704 pesos para: conseguir la participación ciudadana en la vida democrática, la difusión de la cultura democrática y el liderazgo político de la mujer; el gasto de los procesos internos de selección de candidatos; sueldos y salarios del personal, arrendamiento de muebles e inmuebles, papelería, energía eléctrica, combustible, viáticos y otros similares; y la propaganda de carácter institucional y las campañas de consolidación democrática. El Presidente demostró que le gusta ser juez y parte.
Sin democracia, en 2024 Morena podría ir solo en la elección presidencial, como José López Portillo en los 70, ¿no le parece a usted, estimado lector?