Doméstica
Ella no lo sabe
nunca lo sabrá
hay vergüenzas que nunca se superan,
que ni el sol por alto que esté
podría enterarse
Yo contemplo su voz
cada noche
y así mi almohada insomne es como
una cartelera cinematográfica
que no cesa de hablarme al oído
es la primera persona
que más se ha preocupado
por mi salud,
al punto de casi matarme ante ella…
pensar que siempre supe
que mis dos imposibles que saben
abrazar y muy bien
nunca lo hizo
ni la caricia ni el beso
aun cuando el deseo era ya un torturante imán
que prefería no verla,
pero
yo igual,
fiel al castigo
la miraba
y cuando me hablaba
como en los dibujos animados
se enojaba tanto,
porque quería pulirme
porque quería que sea mejor
pero ahora que estoy suicidado en definitiva
pero sin fecha,
vivo ese instante eterno del que tanto hablan
y sé que ella también podría amarme
casi como yo
pero es que,
es demasiado
es titánica
a pesar de sus 50 kilos y su metro sesenta de altura,
y sin embargo
siempre hay un sin embargo,
no pierdo las esperanzas,
siempre hay una esperanza
que nos acompaña, y yo aquí,
haga lo imposible,
desde mi obituario,
esperando resucitar
pero tendría que morir una persona,
para que se abra el campo, el camino,
y no lo voy a perpetrar…
todavía no soy un asesino.