EL CENTRALISMO, OOOTRO LASTRE GUBERNAMENTAL
Hasta hace unos días, y desde el siglo XIX, México había venido evolucionando de la centralización, hasta una política franca y funcional hacia la desconcentración y descentralización del ejercicio del poder y del servicio público, a favor de la ciudadanía y de la propia salud del Gobierno y sus Instituciones.
El régimen impuesto por el mesiánico de Macuspana y ciegamente operado por la presirvienta, dictaron la orden a los zombis del Congreso Federal (Diputados y Senadores), que se eliminaran organismos autónomos (7 hasta hoy), dizque para ahorrar recursos económicos. Este artero golpe a la democracia y a la población, realmente es para manipular desde el ejecutivo a toda la vida nacional. Autoritarismo puro.
La creación de Organismos Autónomos Independientes, en esencia es para equilibrar los intereses del gobierno con los de los ciudadanos, en la toma de decisiones racionales, trascendentales; así como para regular, vigilar y evaluar su ejecución, en forma oportuna. De otra suerte, la función pública cae en un círculo vicioso de negligencia, irresponsabilidad y mayor corrupción.
Estamos ante graves retrocesos en la forma en que se pretende conducir la Administración Pública. Se confirma el interés de la transformación de cuarta por destruir a México; es inconcebible que se pretenda gobernar con un modelo de los años cincuenta del siglo pasado. Se tiran al basurero los esfuerzos y aportaciones de especialistas en la ciencia administrativa, nacionales y extranjeros. Es criminal.
La desconcentración y la descentralización administrativas, son formas de organización para que las funciones y actividades se realicen por áreas de especialidades, para acercar los servicios del gobierno a los ciudadanos y para lograr los resultados en forma eficaz. Los organismos autónomos son instituciones del estado mexicano garantes de que cumpla sus fines.
El super poder ejecutivo ahora, determina que la mayoría de las funciones de los Organismos Autónomos las realicen diversas dependencias de la Administración Pública Central. Esto es, recargar de actividades a las oficinas gubernamentales, obesas y con respuestas muy por debajo de las expectativas de la población; el dictador y la presirvienta confirman la creciente lejanía de la posible gobernabilidad en México. ¡Acuerdo de Río!
Es un hecho, lamentable y muy preocupante, que estamos secuestrados, atrapados y sin posibilidades de superarlo con los recursos a nuestro alcance. Creo que es el momento de pedir el auxilio y rescate de los organismos internacionales, a quienes les corresponde tutelar la buena marcha de los países, así como apoyar la práctica de los reales regímenes democráticos.
¡En un ejercicio valiente, conscientes del costo-beneficio, pidamos a EE.UU. que intervenga en México, el probable escenario de futuro no puede ser peor que el actual!
Lic. José Rangel Espinosa
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