El color de tus ojos
A esos amores que
muerden el corazón.
A él le encantó toda ella. La mira grande y voluptuosa, brillantemente, rubia, simulando una piel morena, ojos resplandecientes de coquetería: quinqués que saben cómo atrapar la atención de los caballeros.
La mujer es experta en cada movimiento de sus grandes nalgas, pechos salientes, piernas robustas; sabe que su físico es de los que les encantan a los hombres que visitan esos lugares. El hombre no pierde detalle de su persona, la come con los ojos idiotizados de alcohol y deseo; deseo de poseerla sin miramientos. Curiosamente, el color de sus ojos, lo acabaron de conquistar.
De todos los antros que ha visitado con los amigos de borrachera, ¿quién era él para llamar la atención de la mujer de ojos claros, la güera, la voluptuosa, la grande? Ella sabe para qué es el cuerpo y la pretensión de los hombres necesitados de amor. Experta, contonea sus curvas; le baila hasta ponerle las posaderas a media cara dándole sus aromas. A la güera le sedujo la seguridad del fulano detrás de una billetera, vio una oportunidad de vida más allá de su oficio atendiendo a un hombre necesitado de reconocimiento.
Esa misma noche, se dieron el gusto de tenerse uno al otro, el gozo de poseer lo que a cada uno le satisfacía. Lo que no calcularon fue que, a través del trato constante, las salidas, las aventuradas borracheras en la comunión del sexo inesperado y desconocido del fulano, terminaran enamorándose. Ellos no buscaron qué es amar; la inercia de su adicción los llevó al desenlace de la historia.
El deseo de ellos, no es el final feliz. El paso del tiempo desapareció la adrenalina de lo prohibido; ella quedó bajo la sombra de la familia del hombrecillo, oculta de los amigos del fulano preocupado por el qué dirán de su amor de antro. Los años también cobraron el desgaste del cuerpo de la diva. Ahora él, sólo la visita de vez en vez a escondidas. Cuando no lo hace, sus recuerdos lo llevan a dedicarle aquella canción de banda que dice: El color de tus ojos, despertó mi interés y sólo tengo ganas de verte otra vez/ El color de tus ojos se robó mi atención…