Esperanza
Esperanza te nombramos tu papá y yo; Taide, en una fiesta de San Juan, quiso que fuéramos comadres, en medio de los preparativos del mole y la celebración, me vio embarazada de ti: ¡Ay comadre, ya viene otro en el camino! Sin saber qué contestar seguí moliendo el chile en el metate sintiéndote como a cada uno de mis hijos: somos tu familia.
A los pocos meses naciste y la comadre Taide fue la primerita en ayudarme para dar tu luz a este mundo, ¡Es niña comadre! ¡Está re chula! Tenerte en mis brazos me llenó de ilusión porque apenas iban tres hermanas y cinco hermanos, fuiste una niña muy hermosa; tu carita de ojos intensos y cabellitos onduladamente negros dieron sonrisas a los ojos de todos; fuiste el número nueve en la familia.
Entre tú y yo había una comunión resplandenciente: te amamantaba, te bañaba; te miré crecer, te vi caminar, te escuché decir mamá tocándome el alma con tu preciosidad. Disfruté las fiestas que hacías a la familia ¡Mi china! Decía tu padre cuando te miraba.
Éramos tantos creciendo en medio del trabajo que, un día, ante tu pequeña infancia, el frío sobrepasó tus pulmones, tu cuerpo de tres añitos no soportó la neumonía; la tristeza invadió a la familia más cuando te dejamos en ese lugar frío donde cada año, en estas fechas te llevamos los juguetitos, las deademas, las muñecas, las coronas de princesa con flores de colores vivos para que sepas que sigues con nosotros.
Han pasado casi sesenta años y hoy, algunos de los que nos recuerdan, dividen los tiempos para celebrarnos con las flores en el panteón o poniendo nuestro altar de muertos.
Esperancita, eres la Esperanza de sabernos ¡Vivas! En el sendero del cempasúchil, ¡Vivas! en la nobleza de los corazones.
Hoy, tanto tú como yo, así como a tu papá y hermanos, seremos recordados por los nuestros, de los quince integrantes de la familia, diez serán quienes lleven en el alma la tradición amorosa de la celebración de día de muertos. Por eso mi niña hermosa, vivamos en los corazones de quienes nos aman, ¡Vivamos en ellos! ¡Feliz día de los difuntos pequeños mi niña bonita! ¡Vivamos México de la Esperanza!