¡ G R A C I A S !

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El día de hoy me gustaría compartirles que mi corazón esta inundado de dicha y alegría, comienza una nueva aventura, continúa el camino hacia la atención que brindo a mis pacientes con todo el gusto por recibirlos en un nuevo consultorio. Esta semana cambie de espacio físico, ya que en el lugar que atendía anteriormente lo tuvimos que desocupar, con el paso del tiempo he aprendido que los cambios traen algo benéfico siempre. Cuando supe que debíamos desocupar, fue una petición y noticia que no la esperaba, llevaba 6 años en esa dirección y puedo decir que estaba cómoda, acoplada a la distancia y tiempo de traslado para todas las actividades que realizo diariamente.

Desde que los dueños del lugar anterior nos notificaron a mis compañeras y a mi sobre desocupar el espacio, empezó la búsqueda, no era una misión fácil. Ya que queríamos las cuatro encontrar un lugar en el que pudiéramos estar juntas y que cumpliera con las características que cada una necesitábamos. Fuimos a ver algunos lugares, pero sólo era cómodo para alguna de nosotras, algunos otros sitios estaban totalmente del otro lado de la ciudad y dejaba de ser práctico hasta para nuestros pacientes.

Algunos otros ni siquiera tenían lo necesario para prestar nuestros servicios con calidad, otros eran muy pequeños. Y la búsqueda debía continuar hasta que encontráramos algo apto para cada una de nosotras. En algunos momentos llegué a sentir cierta desolación y desesperación porque la fecha para desocupar se acercaba y fue ahí como casi de la nada, sin buscarlo, una de las integrantes del equipo encontró en su casual caminar un lugar que llamó su atención. Inmediatamente después nos comunicó la noticia y comenzó la búsqueda por contactar a las personas responsables de los nuevos consultorios. Todas nuestras esperanzas estaban puestas en esa respuesta para concertar la primera cita y conocer físicamente lo que ahora ya es nuestro nuevo espacio de atención terapéutica y médica.

Como mencionaba en líneas anteriores, todo cambio trae consigo muchos aspectos benéficos y entre ellos es poder ofrecerles a mis pacientes un espacio terapéutico en el que se sientan contentos, a gusto, un ambiente cálido y de confianza. Las impresiones y comentarios en esta primer semana de trabajo, han sido positivas y eso me hace sentir satisfecha y con ganas de continuar buscando esos detalles que marcan la diferencia.

Por otro lado, estos días también reflexionaba acerca de la celebración del Día del Trabajador de la Salud que se conmemora el 15 de Octubre así como en todo lo que representa para el personal que pertenecemos a esta área que se reconozca nuestra labor. Desde el lugar que cada uno realiza su trabajo los reconozco, respeto y admiro a cada uno que estamos dedicados a preservar la salud de una u otra forma. Como hoy escuchaba en la mañana, los pacientes vienen buscando una cura, un remedio al mal que los aqueja, sin embargo los males no son solo físicos o del cuerpo. Estas dolencias vienen también del alma, no convertimos en esa persona que escucha los dolores emocionales del paciente, esa persona que se vuelve el confidente de situaciones de la vida que nadie más sabe, sólo nosotros. Quiero dedicar a mis amigas y compañeras de consultorios estas líneas porque sé que estamos más unidas, porque nos estamos convirtiendo en familia y porque estoy segura que este gran cambio ya nos esta dando satisfacciones y bendiciones desde cada una de nuestras labores como profesionales de la salud.

Gracias a mi familia, y pacientes que también han sido parte de esto, agradecimiento especial para mi hijo por su paciencia, amor, por ser un niño que comprende lo que representa mi trabajo en la vida de los demás y por acompañarme a trabajar, así también un agradecimiento especial a mi futuro esposo que me acompaña día con día, hombro con hombro, tomándome de la mano con todo su amor y que por supuesto ha sido parte de todo esto. ¡¡A todos ellos gracias infinitas!!