GUÍA FÁCIL PARA DESENOJARSE
Ante toda incitación, estímulo o provocación a un sentimiento de disgusto y mala disposición hacia una persona o cosa, generalmente a causa de algo que contraría, perjudica, fastidia, molesta, enfada, incomoda, enoja, cansa, hastía, pesa, da lata, mortifica, tabarra y friega…
Inhale y exhale por la nariz una y otra vez hasta que se canse o se hiperventile… espere un par de minutos hasta recobrar su ritmo cardiaco normal, inhale nuevamente, pero esta vez lo más profundo que pueda y expulse el aire con una retahíla de todas las palabras de alto impacto –groserías– que se sepa, incluso puede improvisar o inventar alguna.
Es importante achicar la mirada, fruncir el ceño –sólo levemente, no se vaya a arrugar– y manotear bruscamente a fin de relajar los músculos.
Todo esto, con el único y benévolo objetivo de no contener sentimientos emocionales que puedan derivar en alguna patología física o psicológica que altere su idóneo e higiénico estado de salud.
Otra opción es ponerse a escribir una sarta de tonterías como las que está usted leyendo en este momento, le aseguro que, al culminar su texto, ya se sentirá más calmo y todo incipiente enfado habrá ya fluido directito a la… fregada.
