La gratitud es la memoria del corazón
Ser agradecidos es más que una norma de cortesía. El agradecimiento es una forma de cruzar fronteras para llegar a un plano más emocional, personal e incluso espiritual.
¿Por qué no agradecer a la vida por formar parte de ella? ¿Por qué no reconocer a los demás por lo que son, y por esas facetas por las cuales, les queremos? Y más aún… ¿Por qué no agradecernos a nosotros mismos por nuestra entereza, valentía y superación?
Lo sabemos, en ocasiones no es nada fácil adentrarnos en el llamado conocimiento del corazón, ese que nos dejó intuir el mismo Lao Tsé con la frase que da título a este artículo. Las personas vivimos casi cada día ancladas a este cerebro que nos guía por el camino más objetivo y racional, ahí donde habitan algunos rencores, algunas frustraciones… el sencillo acto de ser agradecidos, supone ya un modo de liberación personal. Es reconocer, es actuar con humildad y sin artificios, aprendiendo a valorar lo que de verdad es importante en la vida. Hablemos hoy sobre ello, ahondemos en el valor y el poder del agradecimiento.
Por qué hay tantas personas a las que les cuesta dar las gracias? Cuando hacemos cualquier cosa por alguien no esperamos obligatoriamente ese gracias que marca la cortesía y la buena educación.
Lo que de verdad buscamos es ser reconocidos, buscamos que se comprenda que nos hemos preocupado, que hemos invertido no sólo tiempo, sino también parte de nuestras emociones.
Las personas que no practican el agradecimiento suelen presentar las siguientes características:
- Negación emocional:evitan abrirse a los demás y actúan a menudo de modo desafiante o de forma autosuficiente cuando en realidad, carecen de una buena autoestima y son bastante frágiles en su interior.
- Actúan con cierto egoísmo, practican la ingratitudy en ocasiones, hasta la soberbia.
- El no reconocer a los demás, supone también no reconocerse a ellos mismos, por tanto son personas que carecen de habilidades emocionales.
Pocos valores son tan poderosos como reconocer a nuestros semejantes mediante la gratitud. Es una forma universal de conocimiento y de unión, de unir vínculos. Yo te reconozco a ti por lo que eres, por tus virtudes, por tu forma de ser, y te doy las gracias por formar parte de mi vida enriqueciéndola con tu presencia.
Hay quien piensa que el simple hecho de recibir algo y de tener que dar las gracias, supone de inmediato quedar en deuda con esa persona que ha hecho una cosa determinada por nosotros. Si en tu interior queda esa sensación, la de esa obligatoriedad por devolver un favor, no estaremos practicando un agradecimiento libre, sincero y espontáneo.