La madre de las guerras

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¡Sí perdemos el Estado de México…, que queda! ¡Despierten!

Compañero Marco, quedan varios meses, es el año que entra.

¡¿El año que entra?! La acción debió de empezar AYER entiéndalo.

 

La álgida reunión se llevaba a cabo en un amplio salón dentro del edificio del PAN en la CDMX. Rostros coléricos, cierto caos.

Sin que se le concediera el micrófono un ente, entre joven y maduro –el maquillaje usted sabe– alzó la voz:

¡Mi partido, el PRI nunca ha perdido la gubernatura en el EDOMEX!

Una vocecita se dejó oír:

Pero con chanchullos y eso era antes, ALITO.

Te voy a contestar: pero fue efectiva la estrategia ¿o no? y ahorita tenemos el poder: Miren tenemos el gobierno, la TV Mexiquense la radio oficial y la privada con spots contra AMLO. Yo voy a pugnar porque Ricardo Alemán y Muñoz Ledo recuperen sus programas, tenemos los periódicos y hasta la radio.

Se oyeron murmullos, voces que querían decir algo. Otro priista veterano hablo:

Momento… Tenemos a Toluca, la capital y junto esta Metepec que es más rico que la propia capital, a Tlanepantla, a Naucalpan… ¡Hay que recuperar Ecatepec! Y recuerden que dos de sus precandidatos ya perdieron con nosotros Santa Clos Encinas contra Eruviel y la maestra Delfina contra Alfredo del Mazo.

Y otra vez la voz chillona se oyó:

Pero con trampa.

Allá voy. En la guerra y en el amor todo se vale. Tenemos que afinar nuestras estrategias: recuerden que están los maestros del estado y el SUTEYM, las damas que reciben la hoja rosa, los empresarios…

Una voz de mujer se escuchó:

Pero ahora el INE vigila.

El dueño del micrófono nomás sonrió, pensando: Si chucha, como si no supieras

– Si…

De pronto el priista miró que a su diestra y siniestra estaban una blanquiazul y un perredista. Abrevió:

                                                                                                                                                                                    – Yo creo que Edoméx es la madre de todas guerras o ganamos o nos lleva el lleva el nombre del rancho del que según gobierna. Le cedo el micrófono … ¿a To?, no…; tú.

Vale. El individuo de azul fue más mesurado:

Recuerden que tenemos a siete empresarios y no descarten a nuestra Santa Iglesia Católica amen de…

 

El perredista presente no había hablado, se acercó y arrebato el micrófono:

Si perdemos mi estado adiós Mariquita linda. Yo los invito a que le echen todos los kilos porque si ganamos, los tres partidos, recuérdenlo, sobre todo ustedes del PRI, nos vamos de nuevo para arriba. Un panista del público pensó: ¿Por qué no invitamos a los periodistas así son el 5%? Ya no cuentan.

Luego, un espontáneo, de chamarra roja: gritó entre la gente: ¡Y como decía mi ex presidente Don Luis Echeverría!: ¡Arriba y Adelante!

 

El maestro de ceremonias confundido se acercó al micrófono y anuncio: ahora me acaban de avisar los del PRI que, para recordar tiempos mejores, del vecino poblado mexiquense de Capulhuac nos llega en estos momentos un cargamento de barbacoa.

Y veinte meseros transportaron toneles de humeante barbacoa con todos los aditamentos: consomé, salsa borracha, tortillas, y otros veinte  entraron cargando tambos de frías cervezas y los últimos tres con coñacs, whisky y mojitos.

Y solo un líder acercándose al micrófono les dijo:

¡Salud!