LA VÁLVULA

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El tenerlo o caracer de él, es lo que suele distinguir casi siempre a un seguidor de un líder, es necesario tener presente eso.

Algunos dicen que él es al talento, lo que eventualmente, el instinto suele ser a la razón, y creo que no se equivocan.

La persona que está llena de él, es fantástica sin duda, pero la que es imaginativa, nunca deja de ser analítica.

Desde muy temprana edad, desde la niñez, uno empieza a dar señales de la existencia de él en su vida.

Suele manifestarse sobre todo cuando suceden acontecimientos imprevistos, lo famoso no esperado.

Se puede medir fácilmente en una persona,  por la cantidad de incertidumbre que ésta es capaz de soportar y manejar. 

A él le fascinan los inventos, los experimentos, tomar riesgos, romper las reglas, cometer errores, pero sobre todo divertirse siempre.

Estar lleno de él, significa estar locamente enamorado de la vida y de lo bueno y lo malo que ella nos trae.

Si tuvieramos que asemejarlo con algo, sería con el fuego interno oculto que toda persona posee.

No creo que haya persona que no lo tenga, porque es sin duda, la extensión natural de nuestro entusiasmo, y, una persona sin entusiasmo es una persona muerta. 

Él siempre va a requerir el tener coraje duro y puro, para ser capaces de dejar ir las certezas, sin miedo a lo que venga.

Ver más allá de lo evidente, ver lo que los otros no ven, saber y poder mostrarlo, es ahí donde está él cumpliendo su rol principal en nuestras vidas.

Nos ayuda permanentemente a pensar que la vida no es un problema que tenemos que resolver, sino más bien, una realidad que tenemos que experimentar y aprender de ella.

Las zonas de confort que tendemos a buscar a menudo, son las más grandes enemigas de él, no le gustan, huye de ellas.

Todos lo tenemos, nacemos con él, pero no todos ni cualquiera sabe utilizarlo de manera correcta. 

Muchas veces consiste en conocer la similitud de las cosas que difieren, y, la diferencia de las cosas que son iguales. 

No hay barrera en el mundo, que no sea capaz de ser derivada, gracias a él, porque él, siempre nos llevará más allá de nuestros límites aparentes.

Pensar fuera de la caja, percibir las cosas de una manera distinta, es el don que nos brinda él, cuando lo descubrimos y sobre todo, cuando lo ponemos en marcha.

Puede convertirse en el arma más peligrosa, inclusive para el que lo posee, si no sabe cómo usarla con humildad y discreción.

Las personas que no lo usan, están motivadas por el deseo de conseguir, nunca por el deseo de superar a otras.

Sigmundo Freud sostuvo: El ingenio es la mejor válvula de seguridad que ha desarrollado el hombre moderno; cuanta más civilización, más represión, más necesidad hay de él