LINAJES

Views: 1030

El pasado mes de Octubre de 2018, en el antiguo edificio conocido como La Casa de las Diligencias, punto de llegada para los viajeros del Camino de Tierra Adentro, marco histórico cargado de reminiscencias de lo toluqueño, del esplendor comercial y cultural de esta ciudad, nació a la luz, en voz de su autora, Maria Guadalupe Carbajal Martínez, el poemario Pasos de Lluvia, poemas que ofrecen una justa mirada sobre el Otro, ese ser humano con ascendencia y descendencia, pero, especialmente con una misión de trascendencia que sólo podremos lograr como especie. Los poemas contenidos, en este poemario, nos muestran una visión sobre la naturaleza ahora desgastada por la actividad humana parte del engranaje capitalista; el  campo, el río violentado por la contaminación de la existencia urbana.

La lectura transcurrió con especial parsimonia, calma del quehacer bien ejecutado, una reunión entre iguales. Hubo notas de guitarra, ese instrumento tan del alma y las manos como la tierra que se ama y se trabaja, hubo alimento del alma y pan casero que nos nutrió en una comunión del espíritu y el oficio literario, pero es la heredad la que se impone a través de los versos de Guadalupe Carbajal, el linaje de las mujeres que hablan, madre, hermanas, sobrinas, nietas, agradecidas hijas, alumnas todas de esa gran vocación de enseñanza que le perdura a nuestra autora y que conmueve hondamente, como la lluvia que mantiene con vida los cultivos y sacia la sed de todo ser animado, como las palabras.

Cuando la poesía se expone en sus dos sentidos: figurado y figurativo podemos tener la oportunidad de ver literalmente el paisaje del cual nos habla Guadalupe Carbajal, la naturaleza que todavía persiste a nuestro alrededor y también en nuestro interior, agua y viento, sol y lluvia,  preguntándonos qué será de un mundo artificial que carezca de elementos naturales. Esta asimilación del daño generado le da orden y ubicación al sujeto que habla y contempla, la misma que pudo constatarse en plena acción durante la posterior presentación del mismo libro en el Museo del Barro Metepec, en fecha 28 de Noviembre, donde alumnos de preparatoria fueron partícipes de su efecto y su vocación de reflexión.

Es menester mencionar que la autora realiza en este poemario una asignación femenina y feminista de su enunciación como poeta, escuchamos una fuerte y pronunciada voz femenina que se yergue con justicia social, la mujer, en sus modernas ocupaciones elementales encuentra tiempo y cuidado para sus semejantes, esa es ahora su propiedad y derecho, elaborando alianzas con sus más queridos en el texto y en la lectura. Una especie de “matrilocación”, progenie, amor a la localidad, a la familia. Lo anterior quedará impregnado en toda actividad que se realice en la Casa del Poeta Ignacio Manuel Altamirano en la localidad de Cholula, Ocoyoacac, donde nuestra autora colocó la placa conmemorativa de este nombramiento, el pasado 1 de Diciembre.