Lo único cierto

Curioso que no hablemos con el mismo entusiasmo que el día primero del año o con la desbordada filantropía de las últimas horas del último día del último diciembre. No es posible mantener ese estado prolongado de optimismo mientras el planeta se abraza rotatoriamente a su imaginario eje y se traslada entre los planetoides que ignoradamente la amenazan, mientras aquí, en la bípeda patria terrenal, sólo unos cuantos tienen la fortuna de la buena suerte en sus manos.

Conozco algunos sabios, maestros de la ley, héroes, modelos y cantantes que poseen aquello que la humanidad como raza no conoce: salud, templanza, belleza, juicio, raciocinio y amor para brindarlo a cuanta criatura desfavorecida se cruce en su alfombra roja. Ellos sí se salvarán, ja,já.

Reir ante ociosos tampoco es solución, hace poco me dijeron que no sonriera, que la poesía no estaba para eso. Ni siquiera alcancé a informar que mi sonrisa colapsó antes, a falta de un plan integral médico, ja,já, ante diagnósticos de imágenes incorruptibles, es así, hay que lidiarlos y entenderlos, ja,já. Nada va a cambiar, las señales satelitales nos informan que el vacío y la gravedad siguen haciendo su trabajo, que las alteradas estaciones continuarán su sucesión de nieves, calores, lluvias y árboles secos; sin que al momento pueda ningún gobierno impedirlo.

Vendrá la naturaleza con más furia, sólo eso, nada más, ja,ja,já. Incertidumbre de lo que está por venir, esperamos lo mejor de lo mejor, si por caso fortuito, esto no fuese lo que  llegara, hacérmelo saber porque tampoco sé a ciencia cierta si estaré aquí para verlo. Todos vamos a morir un día. –Dicen que al mal tiempo, buena cara –Contesté.