LOS FILTROS DE SELECCIÓN SON CADA VEZ MÁS ESTRICTOS EN UNIVERSIDADES

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La selección de universidades puede implicar una tarea casi imposible para una población que año con año va en aumento. Quienes quedan fuera deben de direccionar sus planes a diversos objetivos y otros se aferran al anhelo de seguir adelante, a pesar de las dificultades. Tal es el caso de universidades como la UAEMéx y la UNAM, en las que casi 90 por ciento de aspirantes, queda rechazado de la admisión.

En el proceso de selección de estudiantes para el semestre 2023-A y 2024-1 respectivamente, existieron para la UAEMéx 70 mil 013 postulantes que realizaron examen de admisión en un total de dos etapas, dichos exámenes se enfocaron a los niveles medio superior y superior, no obstante, de la anterior cantidad, 42 mil 724 no fueron seleccionados y solamente 27 mil 289 fueron aceptados, por lo que más de la mitad quedó fuera de pertenecer a la Autónoma mexiquense.

Para el caso de la UNAM, la situación se percibe similar, pues de 201 mil 512 aspirantes, 21 mil 346 fueron aceptados y 180 mil 166 quedaron fuera de la selección, hecho que da cuenta que aproximadamente 90 por ciento es rechazado de los niveles de la Casa Máxima de estudios del país y solamente 1.1 por ciento es aceptado.

Bajo el panorama anterior, el especialista en educación y académico de la Autónoma del Estado de México, Ángel Gutiérrez, señaló que los resultados que son favorables para algunos, para otros se contempla como un momento de desilusión, pues no fueron aceptados a ninguno de los programas de estudio. La situación se vive año con año, dijo, sin embargo, los filtros de selección son cada vez más estrictos, pues se sigue el discurso de que se debe de tener una matrícula que permita la cátedra adecuada y la adquisición de conocimientos deseados para otorgar a nuevas generaciones las herramientas suficientes para el ámbito laboral.

Aunque indicó que el hecho de que un postulante no haya sido aceptado, no tiene que ser proporcional a que el alumno no es capaz, sino que se consideran puntajes similares y se generan, en algunos casos, sorteos de alumnos.

“Se supone que al ser una institución pública, se debe de aceptar a cualquier alumno, los exámenes, claro, se hacen para hacer un corte y tener un límite que también tiene mucho que ver con la capacidad de carga, pero hay ocasiones que los alumnos tienen un mismo puntaje en el examen de admisión, un puntaje alto y unos son aceptados, mientras que otros no, en este caso, considero que debe de haber una mejor herramienta y metodología para aceptar o rechazar alumnos”, advirtió.

De acuerdo con cifras de la Dirección General de Administración Escolar (DGAE), las carreras con mayor demanda en el presente año, siguen siendo las pertenecientes a las Ciencias de la Salud, en las que al menos en la UNAM, de 15 mil 962 postulantes, solamente 1.3 por ciento fue aceptado, dejando una cantidad notable de estudiantes fuera del proceso.

“A veces es muy duro para los chicos no ser aceptados, porque consideran estudiar en una universidad pública por los beneficios que ofrece y por supuesto por la calidad educativa que pueden recibir, sin embargo, no todos tiene la dicha y hay quienes padecen de una gran depresión o preocupación cuando son rechazados, ya que no contemplan más opciones de estudio o sus capacidades tanto económicas como culturales, no les permiten asistir a otras universidades, sobre todo si son privadas”, mencionó.

Aseveró que así como la población aumenta, las matrículas crecen, cuestión que hará que cada año la selección de aspirantes se haga más compleja y difícil para futuros estudiantes. Por lo que recomienda que el administrativo universitario, ponga en marcha nuevas formas de minimizar el rechazo y evitar consecuencias complejas en los jóvenes, como lo es problemas de depresión, estrés, ansiedad o en algunos casos hasta el suicidio.