MÁS SIMPLE IMPOSIBLE

Views: 221

(Carta a una Señorita provinciana que quiere viajar)

–Panegírico  afiebrado–

No hay vocativo que valga para dirigirme a ti. Y cuando esto le ocurre a un escritor, la situación se pone grave, más aún si es que le quitas las palabras, porque queda,  como algún día te dije, como un torero sin capa. Qué escribirte que te conmueva, a quien es difícil asombrarla porque no sólo conoce los trucos de todas las magias, de las que existen y de las que existirán.

Se me gastó quizá para siempre la palabra gracias. Cómo hacerlo. ¿Una mirada?, ¿un gesto? Sucede que vives abrumándome, lo que me coloca en una deuda imposible de cubrir para beneplácito de tu sonrisa multicolor.

Gracias Reina por mirarme cómo me miras, y no hablo de lo que hacen todos los seres humanos con sus ojos. Hablo de cómo entra todo tu ser en mí cuando me miras, pero por sobre todas las cosas, reconocido hasta la saciedad por hacerme el amor, cuando me hablas, cuando me miras, cuando me das la mano, cuando sonríes, cuando me escuchas por sobre tus audífonos, cuando entierras tu rostro en mi pecho oliéndome y marcándome con tus labios que se vuelven dientes invisibles, cuando charlamos, cuando me haces escuchar tu voz con todas las notas puestas al servicio de cualquier filarmónica, cuando todo.

Y es que debes parecerte, y mi imaginación no falla porque calculo que como tú, debe ser Dios, contra miles de años de su existencia descrita en libros sagrados.

Me siento tan pequeño, cuando me lanzas bombas, cuando me invitas a entrar en Mía e intercambiar así nuestros universos con todas las constelaciones, que al parecer en una hipótesis quizá científica, quizá artística, quizá demasiado humana, según la cual, la poesía eres tú, lo que significa una hecatombe, un tsunami, otro todo.

Contigo el paraíso, y sin ti nada

Cuando te vuelva a ver te diré cuanto

Mientras tanto consagrarme a la espera, a esa espera cruel de no saber cuándo pero que sabe como si fuera un ente autónomo, que tanto no tardará. Entonces, a seguir, a jugar en serie a espías, a contraespionaje, clandestinidad, persecuciones, mentiras y personajes.

También quiero que sepas que esta sopa de letras nada gourmet, no te alcanza, lo sé, pero al más puro estilo de la pureza de un campesino, que se despide de ti por hoy, agradecido por todos los regalos que me das, y que salen de ti, por todos tus poros, pronuncio en silencio tu nombre.

Me provocas tantas cosas, que la enciclopedia británica me envidiaría, y yo acaso me quedaría con la razón perdida, escribiéndote a perpetuidad con un penúltimo gracias por tu ser y por lo que me das, confundiéndome en la multitud de los seres que contienes que no son de aquí, para sólo decirte al más simple y complejo estilo, te amo sin tiempo. Te amo y punto, con el perdón de la simplicidad.

Y con la realidad plena que nos respira en la nunca anunciando todos los peligros, y la orden principal, de no mirar atrás, que pronto, la verdad nos acurrucará, para tomar el primer vuelo.