+ México, Nueva Ley: Cárcel a Opositores; Impunidad a los Afines
La frase
La variante Delta no da margen de error. Todas las otras medidas son insuficientes si no te vacunas o dejas de usar cubrebocas. Dejemos de ser “agnorantes” (ignorates y arrogantes).
Dr. FRANCISCO MORENO SÁNCHEZ
EL DETALLE: La diputada panista Teresa Castell de Oro en su domingo de relax, echándose unos taquitos dorados de guisado, en el Mercado Morelos. ¡Provechito!
¿QUIEN ES QUIRINO ORDAZ COPPEL?
Si bien nació en Mazatlán, Sinaloa, el político y empresario Quirino Ordaz Coppel (junto con su familia, en el ramo turístico: operación de hoteles y otra clase de prestaciones), su carrera política surge en nuestra entidad, ya que primero estudió Derecho en la Universidad Autónoma del Estado de México, tiene una maestría en Administración Pública en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).
Inició actividad política en 1985 como asesor del gobernador Alfredo Baranda García. En 1994, cuando Oscar Espinosa Villarreal fue Jefe del Departamento del DF, fue Director de Protección Civil.
Espinosa Villarreal asume como Secretario de Turismo y nombra a Quirino Director General de Operación Promocional y luego Subdirector General de Promoción del Consejo de Promoción Turística de México.
Ha sido Delegado de Banobras y tesorero del Ayuntamiento de Mazatlán, así como secretario particular del gobernador Jesús Aguilar Padilla en Sinaloa y luego Secretario de Administración y Finanzas. Después diputado federal.
Llega como candidato a la gubernatura en 2015, propuesto por el entonces presidente Enrique Peña Nieto, ante la negativa de David Epifanio López Gutiérrez para asumir dicha candidatura, pese a que el presidente lo anunció en varias acciones públicas.
Todo lo anterior es para darle cuenta de quién es, en cuanto a trayectoria Quirino Ordaz, quien en noviembre próximo, cuando termine su mandato, será nombrado embajador de México en España, previa auscultación al gobierno ibérico.

Y usted al igual que yo, se preguntará ¿cuáles son sus méritos? bueno, pues hecho de no haber hecho ruido en aquel 17 de octubre de 2019, cuando fue aprehendido por el ejército mexicano en Culiacán, Sinaloa, Ovidio Guzmán, donde el presidente López Obrador aceptó haber dado la orden de liberación del hijo del “Chapo” Guzmán.
Ahí surgió aquello de “abrazos no balazos”.
México, Nueva Ley: Cárcel a Opositores; Impunidad a los Afines
Una nueva ley, de facto, impera en México; cárcel para los opositores políticos y encubrimiento e impunidad para los familiares y afines al gobierno de la Cuarta Transformación. Así, tal cual sucede ya en los gobiernos populistas de América Latina, alineados con el que encabeza Andrés Manuel López Obrador: Cuba, Nicaragua, Venezuela, Argentina, Bolivia y Perú.
Esta medida autoritaria, represiva e ilegal de las naciones latinoamericanas que comparten la base ideológica del Foro de Sao Paulo, integrado por partidos y grupos políticos de la nueva izquierda latinoamericana, y que fue constituido para reunir esfuerzos de movimientos izquierdistas, desde reformistas hasta colectividades políticas de la izquierda revolucionaria, con el fin de debatir sobre el escenario internacional para el combate de las consecuencias del neoliberalismo en América Latina y el Caribe, a partir de la retención del poder a como dé lugar.
En México, el presidente Andrés Manuel López Obrador lleva mucha prisa por lograr la Cuarta Transformación del país en un sexenio, y ello le ha llevado a cometer múltiples y costosos errores que lo tiene polarizado con prácticamente todos los sectores productivos del país, y no se diga con los grupos políticos opositores, con los intelectuales, los medios de comunicación y las organizaciones de la sociedad civil. Simplemente se cubre en el manto del poder de los pobres.
El principal problema estriba en este momento, en que la desesperación ya hizo presa del mandatario mexicano al entrar a la segunda mitad de su mandato y constatar que, aunque llegó a tener todo el poder político y presupuestal en los dos primeros años; para el tercer año sintió el desplome de un control absoluto que estaba sostenido por alfileres, pues en la primera elección nacional perdió la mitad de las posiciones en la Capital del País, en el centro de la república, pero sobre todo en la Cámara Baja del Congreso de la Unión, lo cual a partir de este mes le dificulta sacar “ipso facto” las leyes que le permitían gobernar de manera unipersonal e imponer medidas a contracorriente de las fuerzas nacionales.
No fue casual, entonces, que previo a su tercer informe de gobierno, haya endurecido su postura ante los grupos políticos opositores, al grado de emprender una auténtica cacería de brujas para encarcelar a los que considera de mayor riesgo para su caminar en el segundo tramo del ejercicio sexenal, pasando de los ataques verbales y mediáticos a la amenaza directa de persecución y cárcel.
Fue así que la emprendió contra el panista Ricardo Anaya, su principal contrincante en la elección presidencial; contra Ildefonso Guajardo, al que considera su mayor amenaza en el Poder Legislativo para seguir la ruta de la nacionalización de bienes y servicios; así como de la creciente militarización del país; o del gobernador electo de Nuevo León, Samuel García de Movimiento Ciudadano, quien de inmediato se inconformó de la línea autoritaria del gobierno federal y busca encabezar la rebelión de los Estados por la justicia presupuestaria.
Pero la misma amenaza pende sobre diputados, senadores, dirigentes sociales, empresariales, periodistas, intelectuales y defensores de derechos humanos que mantienen su lucha por la democracia, las libertades, las instituciones autónomas, el Estado de Derecho, y la pluralidad ideológica, a pesar de las constantes advertencias mañaneras con denostaciones, mentiras y ataques sin sustento.
Tan es así que el Debido Proceso ha sido totalmente pisoteado por la máxima autoridad del país, quien diariamente y a todas horas la emprende contra sus opositores y críticos, con tal de buscar acallarlos, amedrentarlos o de plana silenciarlos con la cárcel preventiva, o más bien, hacerlos hablar en contra de otros opositores al gobierno de la Cuarta Transformación.
A estas alturas de su meteórica y atropellada gestión presidencial, Andrés Manuel López Obrador tenía calculado controlar absolutamente las Fuerzas Armadas, los poderes Legislativo y Judicial, el Instituto Nacional Electoral, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, el INEGI, el CONEVAL, la CNDH, el Banco de México y todos los demás Órganos Autónomos del Estado Mexicano que garantiza equilibrio de poder en México y certeza jurídica para los inversionistas nacionales, extranjeros y las naciones del mundo.
No solo no lo ha logrado, sino que se le ha complicado considerablemente el panorama político y electoral hacia adelante, con una oposición política que cobró nuevos bríos y posiciones importantes de poder para frenar lo que venía siendo un remolino de decisiones unilaterales, erráticas, costosas y dañinas para el futuro del país a corto, mediano y largo plazo.
El nerviosismo del presidente Andrés Manuel López Obrador se traduce en amenazas de furia, cuando aprecia que su partido, el Movimiento de Renovación Nacional (Morena) no cobra fuerza, no se cohesiona no da señales claras de convicción ideológica con los postulados y acciones presidenciales, quien a veces sorprende con discursos religiosos, otras con decisiones ultraneoliberales, unas más del populismo extremista, combinadas con lo más dañino del nacionalismo revolucionario de la época de Luis Echeverría Álvarez y José López Portillo, que es la que lo tiene embelesado para hacerse del mando absoluto en México.
El Poder Judicial supo reaccionar a tiempo para salvaguardar su autonomía e independencia; al poder Legislativo fue el electorado mexicano el que lo obligó a ceñirse a la vida y a las normas democráticas que deben caracterizar a la instancia conformada esencialmente por la diversidad ideológica y política.
En la primera mitad del sexenio vimos a un presidente autoritario y populista; insaciable de poder que lo llevó a tomar decisiones caprichosas que dañaron la economía de todos los mexicanos. Hasta el número de pobres ha crecido.
Para la segunda mitad está obligado a dialogar y a transparentar decisiones y acciones, para evitar mayores daños a la nación, y no pasar a la historia como el Nerón mexicano que incendió su país, ¿no le parece a usted, estimado lector?