Música, pintura y literatura en El gato dormilón
La literatura, la música y la pintura unidas en una obra singular escrita para lectores únicos y especiales; las nuevas infancias adquieren importancia y más allá de la categorización de un público por su edad, se puede apreciar la voluntad de enseñanza y comunicación que proponen tres grandes artistas que se dieron cita, un sábado, en la Librería del Fondo de Cultura Económica durante el festival Toluca de San José 2024, hablamos de Blanch Vidal (ilustradora), Isidro Delgado, autor escritural de esta obra y cuentacuentos y el Grillo Mayor Don Juan Manuel Corona, voz principal del programa radiofónico Grillos Madrugadores , quienes ya pueden dar por hecho su pertenencia a la tradición hispanoamericana de la literatura infantil gracias a este maravilloso libro titulado El gato Dormilón.
Los textos para niños suelen ser deliberadamente educativos como las fábulas, también de tendencia reflexiva, con su métrica bien ajustada (breve regularmente e imitando las antiguas canciones, coplas, cuartetas de la juglaría), pero nuestro El gato dormilón utiliza las nuevas ideas con los conocidos recursos para recordarnos los beneficios del arte en el desarrollo integral de las personas de menor edad, las niñas y los niños, pues. De forma lúdica y musical conocimos la historia de este gato peculiar que dormía a todas horas hasta que le llegó su momento de activación física.
En la fabulosa voz de Juan Manuel Corona, la poesía de Isidro Delgado (en su faceta, claro está de Chilo cuentacuentos) y los dibujos de Blanch Vidal, las formas literarias nos trazaron la figura felina y suave que vamos siguiendo a lo largo de las páginas, haciendo gala de la muy anhelada conciencia fonémica ya que el Grillo Madrugador utilizó su conocido énfasis en el sonido y en el ritmo del lenguaje hábilmente seleccionado por Isidro Delgado, quien trajo a escena a éste y a una comuna entera de gatos y ratones, personajes que hicieron ese mediodía un bocadillo para chicos y grandes. Así es, no importando la edad, el gusto estético por el ritmo y el sonido y especialmente por la originalidad de esta creación nos hizo cantar, maullar y hasta bailar; al mismo tiempo que adquirimos conocimientos y contenidos.
Hay que tener en cuenta que nuestras ideas y deseos de aprendizaje nos motivan a diseñar y regular espacios en contextos de diversidad, por eso el compromiso del artista se vuelve ético a medida que pasan los años para ayudar a educar a generaciones completas y darles una cultura enriquecida y como ejemplo El gato dormilón que se apunta para acompañar a las familias mexiquenses y a las exigencias del gusto musical y pictórico de los más jóvenes. Lo encontramos cercano, interactivo, motivador. Arte en una palabra.