+ Ni los ven ni los oyen a los médicos y enfermeras en el Sector Salud mexiquense; Ríos de espuma; cuando el destino nos alcance

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La frase:

Cuándo un mediocre obtiene un gramo de poder, cree que tiene una tonelada de autoridad.

DE LA VIDA REAL

Ni los ven ni los oyen ¿Salinas de Gortari en Salud estatal?

Despidos injustificados, contratos temporales que concluyen cuando a alguien se le ocurre, cambios de adscripción sin aviso previo y las consabidas carencias de materiales y equipos para el desempeño de sus funcionessiguen siendo las quejas de quienes trabajan en el Sector Salud del Estado de México, donde ya no se sabe con certeza en realidad a quien obedecen y sirven, si al gobierno federal, a través del sistema IMSS-Bienestar, o a la Secretaría de Salud, con quien ellos tienen firmados contratos que ya nadie respeta.

Este lunes, nuevamente las calles de la ciudad de Toluca fueron escenario de manifestaciones y bloqueos de parte de los médicos, enfermeras y trabajadores de apoyo del sector Salud, quienes exigen al Gobierno del Estado de México respuestas concretas a su situación, la cual ha llegado a límites insospechados en los que va de por medio la falta de sus derechos laborales e incluso humanos.

Los trabajadores de la Salud en el Estado de México simplemente viven hoy como en el limbo, no hay nadie que responda a sus demandas, ni los ven ni los oyen, simplemente los dejan a su suerte y no hay persona o institución que les haga un poquito de caso. Trabajan, se esfuerzan, pero parece, que ante los ojos de la autoridad, al menos la del Estado de México, simplemente no existen, no tienen voz y nadie toma en cuenta la terrible situación que viven.

En la Avenida Independencia de la capital mexiquense los médicos y enfermeras montaron ayer una larga manifestación, y ahí estuvieron varias horas, ante una pertinaz lluvia que no ha dejado de caer en gran parte del Valle de Toluca, pero nadie los escuchó.

Suponemos que la secretaria de SaludMacarena Montoya Olvera, estaba muy “ocupada”, como lo ha estado en los poco más de dos años que lleva en el cargo, y suponemos que tiene cosas más importantes que hacer que atender a quienes son sus compañeros de trabajo, además de ser por quienes se supone que devenga un salario, muy digno, por cierto. Quizá buscando nuevos vestidos de marca.

Lo cierto es que la situación de ellas y ellos se ha vuelto desesperada, la mayoría ya no cuenta desde hace varios meses con un contrato laboral, lo que pone en entredicho todos sus derechos. No tienen derecho ni a enfermarse o a enfrentar una situación familiar, porque simplemente se quedan sin trabajo.

Dijeron los manifestantes que ahora ya no saben ni a dónde ir a reclamar por la situación que enfrentan, porque en el Instituto Mexicano del Seguro Social, de donde se supone que depende administrativamente el sistema IMSS-Bienestarnadie sabe con seguridad a dónde pertenecen, y relatan que para tratar de aclarar su situación los invitan a trasladarse a la Ciudad de México para buscar una audiencia y salir de dudas sobre las bases laborales que no les han entregado hace más de tres meses y aclarar si es que van a seguir cobrando en esa instancia o simplemente ya no tienen empleo.

En la Secretaría de Salud la situación es todavía peor, pues ahí les dicen que ellos ya no trabajan para el Gobierno del Estado de México, que deben buscar dónde está radicada su plaza de trabajo y acercarse a esa dependencia para que les resuelvan su situación administrativa.

¿No son esos mismos trabajadores de casualidad a los que la gobernadora Delfina Gómez Álvarez les prometió que sus derechos laborales estaban a salvo, precisamente el día en que firmó con el gobierno federal el convenio de adhesión al sistema IMSS Bienestar?

Nueva protesta en la Secretaría de salud estatal.

Pues son los mismos médicos y enfermeras, sólo que parece que ya se le olvidó, a ella y a todo su gabinete, las promesas sin fondo que se les hizo con tal de convencerlos de que la medida administrativa era para consolidar un esquema fuerte y funcional de salud en todo el país, quizá tan fuerte y útil como aquel que se supone ya tenemos desde hace varios años mejor que el de Dinamarca.

Pues esos médicos y enfermeras no viven, ni por mucho, en un esquema administrativo mejor que el de Dinamarca, tampoco devengan salarios similares a los daneses, y por supuesto que no tienen los mismos derechos que los médicos y enfermeras de Dinamarca. No, aquí la situación de ellas y ellos en muy diferentes, como también es diferente un gobierno como aquel al que aspiró tanto Andrés Manuel López Obrador que imitaríamos, lo que es resultado de un gobierno que promete mucho y cumple poco.

Es hora de que alguien tome un poquito en serio a los médicos y enfermeras del sector público del Estado de México, pues como los tratan, todos podemos entender la situación tan grave que se vive en los hospitales y clínicas de esta entidad. Lamentable.

Ríos de espuma; cuando el destino nos alcance

Los ríos de espuma que hemos visto en las últimas horas en Naucalpan y posteriormente en el vecino estado de Hidalgo no son cosa normal, por más que el presidente municipal de NaucalpanIsaac Montoya insista en normalizarlo, son una lamentable expresión del grado de deterioro que sufren nuestros afluentes de agua, lo cual la propia agua, echa lluvia, se ha encargado de ponerlo ante nuestros ojos.

Inauguramos ahora los ríos de espuma, lo que revela un altísimo nivel de contaminación y la mezcla salvaje que ahora enfrentamos de elementos contaminantes, la mayoría arrojados por las industrias a lo largo y ancho del Estado de México.

Isaac Montoya.

¿Y la autoridad ambiental? Es la pregunta. Pues la respuesta es muy simple. En realidad, ya no tiene capacidad de verificación e inspeccióntiene varios meses que el gobierno estatal y el federal decidieron cancelar plazas que antes eran para esos menesteres. La capacidad de vigilancia de las dependencias del sector público ha sido reducida a su mínima expresión, y no es que se confié en la buena voluntad de las empresas para que no arrojen desperdicios industriales a los ríos y canales, es que, como en muchas otras áreas, se le ha dado prioridad a otros asuntos como los programas del Bienestar y ya no hay gasto para cosas tan sin importancia como cuidar que no se arrojen ese tipo de contaminantes a los afluentes.

Los trabajos para retirar la espuma.

Lo importante es seguir regalando el presupuesto federal y estatal en aquellos grupos de población que representan más votos, por lo que los programas ambientales quedaron nada más en discurso, y si alguien lo duda, pues no se pierda la oportunidad de ver como una lluvia de considerables condiciones es capaz de revelar el grado de contaminación del agua.

No está nada lejos la fecha en que embalses como las presas que abastecen al sistema Cutzamala, en la zona de Valle de Bravo, se llenen también de espuma, como una lavadora gigantes, aunque en este caso no será para limpiar la ropa, sino para matar las pocas especies que quedan vivas en nuestros cuerpos de agua, por lo menos, hasta que el destino nos alcance.