+Que bueno que se controle la apología del delito, pero ¿es viable limitar la libertad de expresión?; Ojo con lo que llevaremos al nuevo Poder Judicial del país y del Estado de México
La frase:
La justicia sobre la fuerza, es la impotencia, la fuerza sin justicia es tiranía
BLAS PASCAL
Apología del delito y libertad de expresión
Los narcocorridos se han puesto de moda, y no precisamente por su impacto como género musical, sino por las reacciones que los asistentes a los espectáculos masivos han tenido hacia la prohibición de su interpretación en espacios públicos.
En el Estado de México, para ser precisos, en Texcoco, se registró un gran zafarrancho porque un cantante de ese género, Luis R. Conríquez, se negó a interpretarlos ante una prohibición que les hizo saber a los músicos el Gobierno del Estado de México.
Sí, en el país de las libertades, donde está prohibido, prohibir, resulta que la autoridad estatal interpuso un oficio a los que iban a participar en la Feria de las Ferias, en el que les advirtió que está totalmente prohibido interpretar música en la que se haga apología del delito, el crimen y la violencia en contra de las mujeres. En Metepec, suspendieron su actuación.
A pesar de que el pasado lunes la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, dijo textualmente que en este país no están prohibidos los narcocorridos y ningún género musical, pues resulta que sí hay estados donde esto quedó prohibido. Habrá que revisar la base legal que tiene el Gobierno del Estado de México para esa determinación, pues a la fecha eso no se ha explicado y, al menos hasta donde sabemos, la Constitución General de los Estados Unidos Mexicanos, que es la máxima ley que rige a los habitantes de este país, sí prohíbe prohibir, pues la libertad de expresión es un principio superior que deberían respetar Delfina Gómez Álvarez, Horacio Duarte Olivares y todos los que integran la burocracia estatal.
En realidad, no me pronuncio en contra de que se evite ese tipo de género musical, en lo personal esas letras me parecen más que deleznables, su vinculación sexual creo que es de mal gusto, y muchas cuestiones más de fondo, pero en lo que sí no estoy de acuerdo y nunca lo estaré es en limitar la libertad de expresión de cualquier mexicano, así sea cantante de corridos tumbados o de cualquier otro género musical.
Han surgido en los últimos días más municipios que ya se alinearon a esta decisión unilateral del Gobierno del Estado de México de restringir una libertad tan importante como la de expresión, y ahora ya tampoco se podrán interpretar esas cultísimas piezas musicales. Ni modo, así es vivir en un país y en particular un estado donde se carece de libertades, a pesar de que se digan de izquierda, tan de izquierda –lo están demostrando—como vivir en el régimen de Fidel Castro, en Cuba.
En realidad me vale un cacahuate que se canten o no se canten esos llamados corridos tumbados, donde ciertamente se destacan las vidas y batallas de narcotraficantes, matones y otros líderes de la delincuencia organizada, pero lo que en verdad resulta aberrante es que se trastoque una libertad con la que todos deberíamos unir fuerza para defenderla a capa o espada.

Ojo con lo que llevaremos al nuevo Poder Judicial
Mucho se ha dicho de todos los riesgos y obstáculos que enfrentará la cada vez más próxima elección del Poder Judicial, tanto federal como estatal para la renovación del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México. Es una prueba de fuego por donde se le quiera ver.
Pero en lo que sí se debería tener muchísimo cuidado es en la clase de personas que pudieran elegirse y convertirse en el corto plazo en jueces, ministros o magistrados. En el Estado de México poco se ha dicho de que en las boletas aparecen por lo menos una docena de nombres de personas con antecedentes penales, otras más que están mencionados en investigaciones judiciales y otros que no cumplirían el requisito de buena fama pública salvo, como le hicieron, que ellos mismos se firmaran las cartas que secundan ese buen nombre del que en realidad carecen.
Una de esas personas es el aspirante a juez por el distrito judicial de Tenango del Valle, Ángel Noé Flores Marcos, quien fue Consejero Alumno en la Facultad de Derecho de la UAEMéx, sin ninguna experiencia práctica en el mundo de la legalidad, y que llegará a la boleta únicamente porque cuenta con el aval de fuertes intereses económicos que hoy representa, pero que en realidad se ha hecho de importantes recursos económicos como representante legal de dudosas empresas, algunas de ellas consideradas como fantasmas o factureras.
De acuerdo con investigaciones en proceso, Ángel Noe Flores Marcos está mencionado en fraudes a través de las empresas Editorial Vanesa S.A. de C.V. y como socio del despacho Salas y Asociados Consultores Jurídicos.

Lo bueno, es que la autoridad judicial ya tiene en marcha la investigación que presumiblemente revelará la actuación de esta persona en fraudes inmobiliarios y transacciones de varios millones de pesos con los que se despojó a personas, la mayoría de la tercera edad, las cuales residen o residieron en los municipios de Santiago Tianguistenco, Xalatlaco y Tenango del Valle.
Muchas de las víctimas ya pasaron a mejor vida, pero no por eso se detuvo la ambición del aspirante que lucha por quedarse con propiedades, algunas humildes, pero que tienen un valor importante por los terrenos y, en algunos casos, porque limitan con importantes parques empresariales. Urge que el candidato aclare esta situación.
Ciertamente aun y cuando se concreten las investigaciones respectivas, difícilmente dará tiempo para darlos de baja antes de que llegue la elección, por lo complicado de esos asuntos judiciales, pues algunos ya llevan 3 o 4 años y todavía están en proceso por recursos interpuestos.
Pero lo que sí debería hacer la autoridad electoral es poner más atención en esos casos y no permitir por ningún medio que personas como ésas lleguen a ocupar cargos en los juzgados o en otras instancias del Tribunal Superior de Justicia, no vaya a ser que luego nos andemos arrepintiendo.
Nada más imagínese usted que quedemos en manos de ese tipo de individuos y ahora hasta les demos poder a través de los votos, legitimando su calidad moral y su poder jurídico. Ojo, estamos a tiempo.