¿Qué pasa en Cuba?

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En 2011, el mundo árabe se veía conmocionado por lo que se llamó la Primavera Árabe, ese movimiento que se extendió de manera explosiva por la región islámica. En aquel tiempo, la Internet tuvo un papel fundamental en aquellos levantamientos y fue por la misma red donde vimos como los jóvenes tunecinos, egipcios y libios. Se podría decir que aquella revolución fue la primera, de índole político, que se dio a partir de un medio masivo de comunicación, o red social.

Hemos visto las protestas en Perú y Colombia, además de lo sucedido en Chile. Y al parecer, la Internet ha empezado a tomar una fuerza mayor de lo que se podría esperar. Y lo sucedido este domingo es una prueba, a tal grado, que el gobierno tuvo que bloquear la señal de internet para impedir que se siguiera teniendo noticias en tiempo real.

Cuba vive un tiempo difícil y peligroso, aunque quizá un poco esperado después de tantos años de un gobierno en el poder bajo una figura fuerte. Las protestas civiles en La Habana, así como en diversos municipios cercanos y en otras ciudades importantes de la isla.

Lo que alcanzamos a ver fuera del amarillismo de los noticieros estadounidenses y de la paranoia latinoamericana, es un pueblo que reclama más derechos civiles, alimentos y explicaciones hacia el estado de salud que se tiene en estos tiempos complicados. Los reclamos mayores no sólo van por la libertad que gritan los manifestantes, sino también por la falta de insumos necesarios para la supervivencia y la salud.

Es notorio el estado en que los cubanos viven esta pandemia. La falta de alimentos, no sólo provocada por la política interna del gobierno de Cuba, sino también por el inclemente bloqueo comercial impuesto desde hace décadas por los norteamericanos. Hay también una escasez de medicinas y no sabemos con exactitud cuál es la situación real puesto que la información no llega con la suficiente claridad de aquel lado.

Es natural que el gobierno cubano intente impedir el flujo de información acerca de las protestas en sus calles. No es común en una sociedad que ha vivido un intenso régimen socialista, en la cual es impensable la disensión, o al menos eso nos hacían creer. Lo cual hace más obvio el intento de acallar a la oposición de maneras represivas, tal como ocurriera en Colombia o Perú, pero también debemos recordar que no es la primera vez que el pueblo cubano protesta de esta manera.

En 1994, se llevó a cabo aquella protesta a la que nombraron el Maleconazo, lo que derivó la salida masiva de cubanos hacia Miami por el Puerto Mariel. Todavía vivía Castro y a su manera, logró calmar los ánimos de rebelión.

¿Qué sucederá hoy? La incertidumbre y la falta de información ha llevado a una serie de rumores, alarmistas la mayor parte de ellos, que mencionan incluso una posible intervención norteamericana. Lo peor de todo no son las protestas, sino la falta de conocimiento acerca de lo que sucede en el interior de la isla. Sólo queda desear que no llegue a más, que no haya un derramamiento de sangre que sólo mancharía al suelo cuban