+¿Quién está haciéndose rico con los eternos procesos de jubilación del ISSEMyM?; El Partido del Trabajo jura que ahora sí tendrá un padrón de militantes
La frase:
No es cierto que la gente deja de perseguir sus sueños porque envejece. Envejece porque deja de perseguir sus sueños.
GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ
QUE HABRÁ PADRÓN EN EL PT
El Partido del Trabajo por fin tendrá un auténtico padrón de afiliados, pues durante muchos años, bajo la dirección estatal que encabezó el ahora diputado Óscar González Yáñez, el PT siempre prometió presentar un listado real de sus integrantes, pero nunca lo hizo, sólo cuando iban a cobrar prerrogativas al Instituto Electoral del Estado de México presentaban listados que ellos mismos sacaban de la lista nominal del Registro Nacional de Electores, con nombres y direcciones de personas que radicaban en municipios donde ellos creían que tenían cierta representación política, y con base en eso hacían cuentas de cuánto dinero público les tocaba para actividades ordinarias y extraordinarias.
Fueron muchos los años que el Partido del Trabajo tuvo esa peculiar forma de afiliación y de demostrar su fuerza, la cual todo el mundo sabía que no era real, y que en momentos de activismo electoral disfrazaban con maniobras como llevar a unos cuantos activistas de municipio en municipio, con los mismos uniformes y banderas con lo que ese partido intentaba demostrar su fortaleza.
El periodo de Óscar González Yáñez al frente del Partido del Trabajo en el Estado de México fue una total simulación y, en consecuencia, una tranza en materia financiera, pues todo el dinero que recibió de las autoridades electorales, estatales y federales, nunca tuvo comprobación lícita de cara a los contribuyentes mexiquenses que han alimentado desde hace muchos años ese grupo político.
Con el cambio de rostros de la dirigencia estatal del PT, esperemos que también cambien las mañas y formas tanto de mostrar fuerza política como a la hora de la rendición de cuentas, pues, aunque todo el mundo ya se acostumbró a esas maneras tan arbitrarias de hacer política, la autoridad electoral sí tiene los mecanismos de auditoría suficientes para revelar el terrible asalto que se ha hecho sistemáticamente a las arcas de ese instituto político, del IEEM y del INE.
Tanto Reginaldo Sandoval, representante de la dirigencia nacional del Partido del Trabajo en el Estado de México, como Fernando Vilchis Contreras, quien coordina el programa estatal de afiliación de esa fuerza política, tienen la grave responsabilidad de comprobar a los electores que se puede recuperar la confianza en ese partido político, que se pueden hacer las cosas de manera diferente, y que sí es posible frenar el asalto en despoblado que cometieron por tantos años Oscar González Yáñez y su camarilla.

¿Quién está ganando con las eternas jubilaciones del ISSEMyM?
Hasta tres años está tardando el Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios en tramitar, autorizar y entregar una jubilación a cualquier empleado que haya cumplido con por lo menos 30 años de servicio en la administración pública estatal o municipal.
De acuerdo con cálculos de la Asociación de Pensionados y Pensionistas del ISSEMyM, en ese organismo se encuentran atorados alrededor de 15 mil trámites de jubilación de igual cantidad de personas que ya cumplieron su periodo productivo tanto en el gobierno estatal como en los municipales y que siguen ahí esperando que algún día les entreguen su carta de jubilación.
El primer problema que tiene el ISSEMyM para cumplir con esa responsabilidad ante los trabajadores gubernamentales es la falta de dinero, pues autorizar una jubilación a cualquier empleado significa para ese instituto una erogación muy seria. Se trata de personas que yo no le serán productivas a la administración estatal, pero a las cuales tendrán que seguir pagándoles mientras estén vivos, a lo cual hay que sumar que deben garantizar los servicios médicos y asistenciales hasta que la muerte los separe.
El ISSEMyM atraviesa una complicada situación financiera, pues la pirámide poblacional se ha invertido y ahora en realidad son unos pocos los que sostienen financieramente al Instituto, mientras que una gran mayoría son los que viven a expensas de éste, pues hay que seguir pagando puntualmente las jubilaciones a las que los ex empleados tienen derecho.
En materia de Servicios de Salud el ISSEMyM vive otra tragedia, pues entre más envejece la población objetivo, que son los que tienen derecho a los servicios del instituto, más enfermedades tienen que enfrentar, y día a día el catálogo de éstas crece y los tipos de enfermedades se agudizan de manera proporcional a la edad de los derechohabientes.
Pero no son ni pensionados ni pensionistas los culpables de esa situación, ellos ya hicieron su parte, trabajaron más de 30 años y a ellos ya les fueron descontadas puntualmente sus cuotas para alimentar al ISSEMyM, lo malo es que en el camino hubo muchas personas que prácticamente lo saquearon.

Por si ya se nos olvidó a muchos, por el ISSEMyM pasaron distinguidos directivos que incluso retiraron fondos de ese instituto para apostarlos en la bolsa de valores, y, dicen, perderlos irremediablemente. Aunque en realidad se dice que lo único que hicieron fue meterlos a ese tipo de apuestas institucionalizadas para lavar esos recursos y, una vez blancos, hacer que se perdieran en los bolsillos de unos cuantos, quienes nunca rindieron cuentas sobre ese tipo de maniobras, pues contaron sistemáticamente con la protección institucional de los gobiernos priistas que dominaron el aparato público del Estado de México.
Hoy son miles de personas que tienen que esperar años para que les haga justicia la revolución antes de poder recibir un peso de aquello por lo que trabajaron tantos años de sus vidas, y no son pocos los que lamentablemente fallecen antes de recibir un peso de sus jubilaciones en procesos administrativos interminables con los que solo se dilata el plazo por todos los medios, siempre en contra de los que deberían ser los beneficiados.
Junto con este problema ha surgido una nueva casta de abogados, aquellos que ya le encontraron el modo al ISSEMyM y saben cómo y ante qué instancias emprender demandas contra el Instituto, las cuales ganan inequívocamente porque obviamente el demandante siempre tiene razón y tarde o temprano la autoridad judicial les avalará sus demandas y exigirá al Instituto que les entregue lo que en justicia les corresponde.
Es una nueva práctica legal en la que el ISSEMyM pierde absolutamente todas las demandas, no porque los abogados del organismo sean tan malos como para salir perdiendo los procesos legales, sino porque la ley favorece a los demandantes y tarde o temprano el instituto tendrá que liquidar.
En esta especie de servicio que se ha puesto tan de moda entre los derechohabientes, sobre todo los que desean jubilarse, los precios van de 5 a 10 mil pesos, los cuales se pueden ir pagando mientras dura el juicio, el cual, aunque parezca increíble, por esta vía es posible que se resuelva a más tardar en seis meses, superando, y por mucho, los tres o cuatro años que los trabajadores en proceso de retiro tienen que soportar si acatan la vía normal.
Alguien debe estar ganando por este mecanismo jurídico, y no creo que en el camino pedregoso de la burocracia sean ni el ISSEMyM ni sus derechohabientes los que ganan algo en esta situación. Habrá que ver…