Sobredosis

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Ya son cuarto para las cinco y este cabrón no viene. Ya le llamé tres veces y no responde, otra vez me va a dejar plantado. Pinche Fredy.

Después de seguir con mi coraje durante los quince minutos restantes para que dieran las cinco, aparece…

– ¡¿Qué pasó?! Oye, tengo una hora aquí esperándote ca…

Mil disculpas, pero se presentó algo y tuve que atenderlo, mira, ya estoy aquí, pongámosle fin a esto.

Psss, te ando rogando, te aprovechas de mi urgencia, ya la gente se me quedaba viendo feo. A ver si no mandan a una patrulla.

Fredy y yo éramos compañeros en la primaria y desde nuestra fiesta de sexto no lo había vuelto a ver hasta hace unos tres meses que regresó de Morelia ofreciendo un producto irresistible y difícil de conseguir por acá. Se volvió medio raro, hasta en su forma de hablar, siempre anda de lente negro, camisa blanca y corbata azul, como el uniforme de la primaria, ese wey se quedó como atrapado.

No pude traerte la especial y traje estas con diferente presentación, pero tienen el mismo efecto.

Ah no maaa, pinche Fredy, desde cuando me las estas prometiendo, ¿apoco me las vas a cobrar igual? Mi señora ya me esta dice y dice que a ver cuándo, ya estamos bien ansiosos.

Te prometo que la siguiente te traigo las más concentradas, y del precio pues yo pierdo, pero con tal de que conozcas el producto, te lo hago un descuento, también por esperarme, es que, se acaba rápido la mercancía.

Mi mujer y yo siempre andamos probando cosas nuevas, nos gusta ponernos contentos de vez en cuando, y la verdad, como casi no salimos del pueblo, no conocemos mucho de lo que hay en el mercado últimamente, y sí, tenemos nuestros ahorros, pero son para otras cosas, mientras, cuando nos sobra un poco, es para darnos estos gustitos. Los dos le chingamos a la chamba todos los días y luego se pone más pesado con los hijos, termina uno muy estresado.  A veces empezamos a probar y no podemos parar, los dos somos atascados como dice mi suegra, no tenemos llenadera, pero, pues tampoco lo hacemos diario.

Después de la transacción con el Fredy, me fui a la casa luego luego, ya me estaba esperando mi señora, se puso contenta cuando me vio llegar.

¿Las traes?

Simón, ¿fuiste a dejar a los niños con tu mamá?

No.

¡Ay flacaaaaa! Te dije. Les vamos a tener que convidar, te pasas.

Ay no te azotes, si traes muchas ¿no?

Pus por eso, sólo eran para nosotros, luego ya vez como se ponen re locos.

Mientras tanto Fredy en el mercado municipal:

Morelianas, dulces ricas deliciosas morelianas, lleve sus morelianas, nueva presentación, mismo sabor, morelianas ricas morelianas, crujientes, una sobredosis de sabor… ¿Cuántas va a llevar?…