UNA TAZA DE CAFÉ CON CAYETANA

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Los hombres libres tienen ideas, los sumisos, ideologías. Teócrito.

 

 

Pero por supuesto que me encantaría tomarme un café con CAYETANA ALVAREZ DE TOLEDO, y estoy seguro, que a una gran mayoría de mis compatriotas, también.

Imagina la escena: una pequeña cafetería, el aroma tentador del café recién hecho, Pluma Hidalgo de Oaxaca, y la compañía de una destacada personalidad de la política. Esta imagen idílica no solo evoca una sensación de calidez y camaradería, sino que también subraya la importancia de los encuentros informales para el intercambio de ideas y la construcción de relaciones significativas en el ámbito político.

Saborear una taza de café con un personaje de la política, no solo es un gesto de cortesía, sino también una oportunidad invaluable para promover el diálogo constructivo, fomentar la comprensión mutua y fortalecer los lazos entre líderes y ciudadanos. En un mundo cada vez más polarizado, estos encuentros informales son un antídoto poderoso contra la división y la desconfianza, y una expresión concreta de la importancia del entendimiento y la colaboración en la esfera política.

Y es que a mi generación le ha tocado vivir un fin de siglo y un fin de milenio, y como lo sentenció Francis Fukuyama en su ensayo EL FIN DE LA HISTORIA, publicado en 1989 en la revista The National Interest y posteriormente ampliado en forma de libro. Fukuyama argumenta que la caída del comunismo y el colapso de la Unión Soviética representaban el triunfo definitivo de las ideas liberales democráticas sobre cualquier otra ideología política. La frase más famosa de su ensayo es: Lo que estamos viendo no es simplemente el final de la Guerra Fría, sino el fin de la historia como tal: es decir, el punto final de la evolución ideológica de la humanidad y la universalización de la democracia liberal occidental como la forma final de gobierno humano.

 

Sin embargo, después de 35 años, dicha aseveración merece una reflexión profunda, sobre todo, cuando la desestabilización política y económica procede de dos países que machacan los derechos humanos, Rusia y China.

 

Escribe Cayetana que la democracia también se ve acechada por un Putin y un modelo mefistofélico a la china: Dame tu libertad que yo te aseguro el capital. Este es el punto exacto en el que nos encontramos: entre la tribalización y la tiranía.

Por eso me apetece tomarme un café virtual con la periodista, académica y política española que en su reciente visita a nuestro país levantó las miradas y aguzó el oído de quienes intentamos romper el paradigma de la doctrina, del marco mental y del pensamiento único, porque nuestra felicidad y nuestro bienestar dependen de ello.

La política, como el violín, tiene cuatro cuerdas: lideres, ideas, coraje y unión. Con estos mimbres se teje cada historia política como la de Cayetana, con toda una maraña de sueños y pasiones, que el tiempo macera a medias con el azar.

Después de rascar y rascar con el arco de las cuatro cuerdas de este violín, algunos políticos extraen grandes melodías que dan forma a sus carreras como representantes populares, periodistas e historiadores dispuestos a dar lo mejor de sí, para interpretar las sinfonías de libertad y democracia que mantengan serena a la humanidad, que es el caso de quien nos ocupa en esta ocasión.

Para ello, les platico del proceso de metamorfosis que da origen a la mariposa que se denomina metamorfosis completa y consta de cuatro etapas principales: huevo, larva (oruga), pupa (crisálida) y adulto (mariposa). Así, Cayetana pasó de Oxford, al periodismo, a la academia y finalmente a la política, para que cual mariposa, encarne la Teoría del Caos, que significa, que pequeñas variaciones en las condiciones iniciales de un sistema, pueden conducir a resultados drásticamente diferentes a lo largo del tiempo. Este fenómeno se conoce comúnmente como el efecto mariposa, en el que el aleteo de una mariposa en un lugar puede desencadenar un tornado en otro lugar debido a la sensibilidad del sistema a las condiciones iniciales.

Cuanto deseamos que este aleteo producido por una mujer que como el salmón, nada contra corriente y que sabe hasta qué punto la mediocridad y el sectarismo han erosionado las instituciones, se sienta en todo Latinoamérica.

Cayetana le preocupa y ocupa, que la batalla ideológica de nuestro tiempo sea: libertad o colectivismo, igualdad o identidad, razón o reacción.

 

Agrega: Sí la izquierda ha vuelto con fuerza en toda Iberoamérica, no es tanto por sus propios méritos. Ni políticos, ni económicos, ni desde luego morales. Es, en buena medida, por nuestros errores. Esto podrá molestar, pero tiene una lectura positiva: y es que de nosotros depende acertar. Y ganar elecciones. Y llegar al poder. Y hacer realidad la esperanza de una Iberoamérica fuerte, vibrante y democrática.

 

Nuestro objetivo –nuestra obligación– es construir alternativas políticas en toda la región. No basta con tener la razón. La razón necesita representación. Y eso son cuatro cosas: líderes, ideas, coraje y unión.

 

La identidad es la gasolina del separatismo y el separatismo es la identidad de nuestro tiempo, sentencia quien goza de una nacionalidad trinitaria: Española, argentina y francesa.

Esta es una disertación contra el odio y contra el fanatismo. Dejarse llevar por las emociones nos conduce a la nada, como dice la profesora Alessia Putin (ni modo, así se apellida), de quien tomé prestadas las siguientes líneas: Porque, a menudo, las historias que menos nos gusta oír son las que más necesitamos escuchar. Podemos estar de acuerdo con muchas de las ideas que nuestros líderes de opinión nos indican, pero es humanamente imposible estar de acuerdo en todo. O si es así, te informo, querido lector, de que lo que tú profesas es una religión, una fe o una superstición, y aquí hemos venido a hablar de razón, de Ilustración, de datos y de hechos. Los dogmas están al fondo, a la derecha. O a la izquierda. Depende de la dictadura de la ideología que te envuelva. Porque, en definitiva, el dato mata al relato, por mucho que ahora parezca que pasa justo lo contrario.

Pero si eres de los que están de acuerdo en que la razón resiste y la libertad persevera y de que hay esperanza en la política frente al populismo; súmate a tomar café con Cayetana.

 

Cuando en mi anterior entrega, me he referido a ella como una HIJA ESTRELLA POLAR, es que deseo analizarla desde la perspectiva de la relación con su padre, dada la cercanía que tuvo con él, atesora una carta que éste le dirigió en donde le enfatizaba su convicción: El individuo siempre contará más en el género humano que el colectivo. Forjar individuos antes que ansiar mayorías…

 

Para ella, su padre fue, ante todo, un hombre libre. Luchador, carismático, optimista, apasionado, el seductor total. Tenía una curiosidad insaciable y una generosidad exuberante que le blindaban frente a cualquier dogma. Tenía un sentido del humor travieso e irónico.

 

Era un conversador fértil, un polemista formidable, un explorador de la vida, un individuo sin prejuicios ni fronteras y un adversario natural de la identidad. En todo quise ser como él y contra la identidad el azar me ayudó.

A manera de un piquete en las costillas, concluiré con una pregunta de Cayetana al iniciar su discurso en PueblaDicen que los jóvenes mexicanos no harán nada para acabar con el populismo, la corrupción y el crimen organizado. ¿Es verdad?