Volver al futuro
Un clásico moderno: el viaje en el tiempo, pero sin máquina, sin plutonio ni dragones en vuelo. Regresar a la frescura del recuerdo con un mejor guión a la mejor película en blanco y negro.
Escapar del rechazo, principio que significa estar presente y ausentarse en un bucle de olvido, deslizarse en un tobogán intermitente. Ir a parar al pasado o al futuro. Ser la ficción misma.
Si es posible, evitar el fracaso económico con misión espía y la paradoja de gemelos; encontrarte a ti mismo envejecido o como niño en los brazos de su madre.
Volverse forastero, misterioso, viajero sideral. Eliminar los estados anteriores que determinan el actual. Lograr la vida alterna, pero resulta que nada se puede cambiar ni la línea atemporal del amor, que permanece inalterada, luego de ocurrir los hechos.
El universo no tiene alternativas para solucionarse.
El Yo futuro de mi persona es incapaz de reconocer mi versión actual, así como ahora examino mis estados cuánticos preguntando Why? A los yoes de mi pasado distal.
Así voy cambiando aleatoriamente de realidad sin poder volver a la original.