X Y Z
El titulo pareciendo de estación de radio debería decir textualmente equis, i griega y zeta, y es un simple homenaje, con cierto humor, a las letras que en nuestro abecedario se forman al final así es: x, y, z, como el título que también seria equis, ye, zeta, tomando a la y como ye por cierto junto con la x muy temida por los alumnos de matemáticas cuando de resolver ecuaciones se trata. Bien comenzamos con la.
X
Antepenúltima letra del abecedario también se pronuncia como jota: México, verbigracia debiendo ser Mécsico.
No abundaré en pueblos que indistintamente se pronuncian como jota o como equis, sólo 4 ejemplos: Xonacatlán, Calixtlahuaca, Xalatlaco y Xoco.
La X es sinónimo de reprobación, de error. Te pusieron tache.
Se dice e históricamente la X fue cruz de martirio, por cierto, más usada que la fue el utilizada en el martirio de Cristo, y pongo una “t” porque no encontré una cruz.
Diez taches seguidas te dicen que no atinaste en la prueba a ningún reactivo, pero diez x formaditas y pegadas hacen un obstáculo ecuestre: xxxxxxxxxx.
Personaje de la nefasta ultra derecha es Claudio X González y también nuestra letra significa vaguedad o anonimato: X individuo por decir y sin que tenga cara, nombre, apellido, esa x persona puede ser cualquiera.
Dos equis es un sabroso producto de cebada y el brandy Madero XXXXX tiene su historia, pues era y es creo, producido por la familia Madero, y por cierto, Don Panchito muy bien visto por los ojos presidenciales.
Podríamos seguir x tiempo y escribir aún más de nuestra x pero justo es que le toque el turno a la
Y
La y une, pero también sintetiza y entrometida, entra en todas las conversaciones: – ¿Y qué?, ¿y cómo?
La y es copulativa y copular es unir, juntar, omitiendo yo el término que el pueblo usa, que termina en er.
¿y? te dice el de enfrente cuando:
a.- Quiere saber que sigue de la historia que le cuentas.
b.- Dicha coléricamente es hasta aquí, un disfrazado reto
c.- Y es enumeración: y esto, y lo otro, y lo de más allá…
y también presagia el final: y por fin, murió.
Nuestra letra tiene como compañera, en sonido a la i latina y no pueden utilizarse juntas siendo suplida la y por la vocal e.
Se cuenta que un sufrido mercader iba anunciando sus productos: ¡agujas y hilos! De un quinto piso le habló una anciana.
A duras penas subió las escaleras, tocó en la puerta de la viejilla, esta le abrió y le dijo el vendedor:
– Dígame que le vendo.
– No buen hombre, yo soy maestra de Español y debe saber que no se dice agujas y hilos sino agujas e hilos. No deben juntarse…
– ¿Entonces no me va a comprar nada?
– Pues no…
– Entonces usted es una vieja molestona e hija de la tiznada.
Y para terminar tócale el turno a la z
Z
Nuestra letra representa un minúsculo rayo que en mayúsculas raya el pizarrón del cielo.
Es apellido, acuérdense del general Z que en la película La Cucaracha es interpretado por Emilio el indio Fernández.
La z, la marca del zorro que dicen que cuando los tenía tirados les ponía una N en la frente y al pararse el malandrín quedaba la z como cruz de semana santa.
En la primaria, los chavos que apellidaban Zamacona o Zubieta, aburridos esperaban en la lista de asistencia oír siempre el signo de su persona al final.
Homónimo de la z es seta que en temporada de lluvias y cultivada ex profeso es manjar apetecible.
Zzzzz, si no los dormí, porque así se representa onomatopéyicamente el sueño, quiere decir que llegaron al final de la lectura y yo, para paliar un poco a estas letras formadas al final termino con lo que debí principiar: A, B, C, por cierto, nombres de papelerías, periódicos, etcétera, y así cómo Zamarripa apellido era el último, si el nombre propio se tomara en cuenta Aarón Zamarripa sería el primero.
A mis X lectoras o lectores y demás que me lean grazias, con el obsequio de un ortográfico horror.