A Rockear !!

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Recuerdo que estando en un programa de radio hace ya unos cuantos lustros, platicábamos acerca de la música y sus diferentes expresiones, no había mucho que discutir, pues se hablaba de la música clásica; la novena de Beethoven, el Requiém de Mozart, las cuatro estaciones de Vivaldi, de ahí un salto a Michael Jackson, el Rey, y qué decir de Madona la Reina del Pop, otros más a los que solían llamar los rucos no quitaban el dedo del renglón en recordar aquel baile en la prisión, unos todavía escuchando el acetato del dijst dijst del polvo del Jailhouse Rock de Elvis y otros ya la bailaban en su propio idioma con Enrique Guzmán o los Teen Tops.

Hablamos también del rock clásico de The Beatles, los Rolling Stones, Led Zeppelin, Pink Floyd, The Doors, cómo olvidar al Rey Lagarto; cuando desde su propia poética nos señalaba I’m the lizard king, I can do anything! y continuaban con el jueguito para colarse sigilosamente dentro de su cerebro, ya habrás adivinado, se trata del juego de volverse loco, así que el amigo lector que desee participar podrá cerrar los ojos y entonces: olvida a la gente, tu nombre… al mundo, es divertido y nunca se pierde. Y que decir de los aventurados que comenzaban a hablar del Rock pesado, comenzando con los más fresas que se maquillaban la cara imitando a la banda Kiss, donde se jugaban en un disparejo quién era The Demon y quien se conformaba con ser el Gato, el de las baquetas. Otros buscaban ya una rebeldía a otro nivel, se identificaban sin dudarlo con Black Sabbath y sus pequeños seguidores en el bajo y la batería vitoreaban y daban dádivas al gran Ozzie en algún café del inframundo en la colonia Condesa. Sí, claro, lo olvidaba, me avisa el controlador del mixer que me he excedido en la introducción.

Así es que tomo mi escopeta digital; perdón creo que me excedí, seguramente se trataba del micrófono de bobina móvil de Marconi, continúo con ustedes amigos… La chaviza ya comenzaba a hablar una ola gigante que denominamos Rock en tu idioma, fue en otra cabina donde se escuchaba acerca de una campaña publicitaria de una disquera, donde dicho slogan se convirtió en su sello y más tarde ya era un icono de aquel estilo musical y de una forma de vida de mucha gente, que aun tengo presente y sigue retumbando en mi día. Tal vez, como para otros lo fue en algún momento el movimiento hippie. Así es que los movimientos que se han expresado a través de la música encierran algo más que sólo una etiqueta a determinada expresión artística.

Comienza a zumbar en mis oídos el qué vas a hacer cuando seas grande … estrella de Rock’n Roll, presidente de la nación !!!!… pero más increíble fue la historia de que antes de grabar un solo disco, antes de que existiera Soda Stereo y cuando Litto Nebia tenía 32 años, se suscitó un hecho poco creíble, pero no creo en las casualidades.

Te cuento que en el Estadio Vélez Sarsfield se presentaba la legendaria banda Queen y su Bohemian Rhapsody, por primera vez en Buenos Aires. En un ambiente de gran éxito y euforia presentando The Game, llegaron Brian May, John Decon, Roger Taylor y Freddie Mercury. Ya parecía escucharse el eco de We Will Rock You en todos los rincones del Sarsfield.  Afortunadamente para la dictadura del general Rafael Videla se trataba sólo de una distracción en el marco de los difíciles momentos que se vivían en aquel país. De tal suerte que de alguna manera llegó un mensaje inesperado. Aún nos falta comentar el hecho, tal vez, sólo tal vez, más insólito de esta gran presentación.

Como resultado de enviar una grabación, paradójicamente, un chico que recién comenzaba con su banda tuvo la oportunidad de conocer a Brain May, él aun pensaba que se trataba de una banda demasiado barroca para el rocanrol.

… Y los teloneros serían Miguel Mateos y su grupo Zas, quienes unos días antes del evento aún tenían que completarse con un guitarrista y un bajista.  Sin duda ahí nació una leyenda de nuestra Latinoamérica. Fue aquel 28 de febrero ante más de cuarenta mil gargantas que coreaban el himno de Bohemian Rhapsody y terminaban rasgándose al final con Will Rock You, We are The Champions y, por supuesto, God Save the Queen. Sin duda este concierto marcó un antes y un después en aquel verano de 1981. Así es que el mismo Mateos lo nombró como el gran punta pie, de la gran carrera que hoy conocemos.