ACÉRCATE
Tu olor sabe
A madera tierna cortada por un berbiquí de cristal
A caña de azúcar por morder
Tu olor es ese humo rojo
Que sale por tus poros de vacaciones
Tu olor también es como ese hielo
Que llora antes de derretirse
Como ese pastel que transpira un alma
Añeja como aroma que inventa palabras
Y tu olor también es de marca reservada
A las últimas casas reales
Y tu aroma no necesita ser visto
Porque tu perfume es como ese espía
Que todos queremos ser para entrar en cualquier parte de tu cuerpo
Por cada milímetro cuadrado
Porque tu sudor sabe a vainilla
A menta sólida que se ablanda
A algarrobina que merece capturarla en un frasco
Y así nuevamente
Bebo una lágrima tuya, dos, tres, siempre muchas
Porque saben a milagros físicos que viajan
Y tu pelo, cabello o crin o seda sabe a hielo que aguijonea
Y que se suaviza a la primera caricia con ojos
Que pide un abrazo
Que solicita sin documentos ni sellos ni huellas
Entrelazar las manos
Y convertirnos en almohadas
Para reposar el alma
El deseo que nunca acaba
Y las canciones que huelen a rosas sin tallos
Y de pronto tus aromas me hablan
Y piden y jalan y necesitan de todo un poco
A la vez
Para dormir juntos
Nada más
Con la inocencia amaestrada
De las pieles sagradas que reposan
Luego de un sin fin de lucha
A ver qué pasa mañana
Cuando el perfume nos salude,
En buena lid.